Si bien es cierto el tema del terrorismo ya está explotado en el cine peruano, esta película en especial se diferencia de los demás porque se centra específicamente en la captura de Abimael Guzmán, el responsable de tantas matanzas y abusos, y eso lo hace ligeramente interesante o al menos una buena opción para consumir producto nacional. Por cierto, el final es sublime.

¿Qué les puedo decir? Comencemos con lo destacable o bueno… lo rescatable. En cuanto al elenco nos muestran figuras consagradas del ayer y nuevas promesas, liderado por la pareja protagonista conformada por Nidia Bermejo y Pietro Sibille. Por otro lado, el guion aunque sin ser nada del otro mundo y tener varios errores que más adelante mencionaré, resulta interesante y necesario para todas aquellas personas que no vivimos aquella nefasta época.

Ahora, como el título de la película, llegó la hora final: el desarrollo de la película es muy desprolijo, muchas escenas donde el grupo de policías investigan a los sospechosos terroristas están mal desarrolladas, citaré algunas: el ridículo disfraz del policía que simulaba ser un vendedor y las innumerables veces en que el auto se quedaba afuera de las casas sin ser descubierto o las persecuciones donde tampoco eran vistos, ¡increíble!, no hay que ser genios para saber que te siguen o te vigilan si ves los mismos rostros, los mismos autos cerca de ti o siguiéndote.