19 de noviembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película que cuenta con un protagonista de excepción: los trenes. Su movimiento, sus túneles, el sonido, las vías, la estación sus trabajadores, el tren de noche… No creo haber visto una película de trenes más bien hecha que esta.
Y luego está el amor. Un triunvirato con una femme fatal y otra chica muy enigmática, que sabe amar y sufrir en silencio, con los billetes humildes para el baile, sus recuerdos, el pasado, la vida acaecida, el llanto aguantado, la espera, el despecho y la impotencia de ver cómo el ser al que amas va cayendo en un pozo oscuro y profundo…
Pero es cine negro. Y aparece ante mí, una vez más, un actor al que admiro: Broderick Crawford. Lo descubrí en la película que hizo con Fellini, haciendo de timador disfrazado de obispo: película excelsa.
-¿Cómo se distinguen las chicas buenas de las que no lo son?
-Por la forma de quererlas.
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