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Voto de Jorge Eielson:
6
2020
7,6
2.343
Documental
En 1992 suceden en España dos eventos fundamentales: los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, vinculada a la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América. Diez años después de la subida al poder del PSOE de Felipe González, España aparece ante la comunidad internacional como un país efervescente, moderno y civilizado. Una futura potencia económica mundial. Sin embargo, en Cartagena, los ... [+]
22 de noviembre de 2020
41 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diría que hay varias películas en una: la primera me parece extraordinaria, la segunda totalmente prescindible, la última simplemente interesante.
1ª Relatos sobre pequeñas historias de la vida diaria y del trabajo por parte de los clientes de un bar de barrio. Conversan entre ellos. A algunos los vemos mientras hablan, pero en otros momentos las palabras resuenan sobre las caras de otras personas. La desincronización entre imagen y sonido crea una especie de relato coral. Los rostros hablan tanto como los discursos. Vemos en ellos la dureza del trabajo, la lucha por la supervivencia, la precariedad, la incertidumbre. Magnífico.
2ª Debates entre grupos de jóvenes que beben y charlan sobre asuntos propuestos por el director sobre cuestiones de actualidad en España (Situación política en Cataluña, diversidad cultural y lingüística, el papel de los sindicatos). Ya no hay relatos, sino debate sobre temas. Opiniones banales, cero interés. Esta parte hace que la película se alargue mucho más de lo que creo que debería.
3º Entrevistas de estilo periodístico a líderes sindicales sobre las huelgas y la reconversión industrial a principios de los 90 en la zona de Cartagena. Interesante pero sin interés formal. Las imágenes de las protestas se utilizan, en su mayor parte, como un simple recurso a doble pantalla para acompañar el relato de los líderes sindicales que participaron en las movilizaciones.
Si la película se desarrollase en su integridad como la primera parte sería extraordinaria. pero no lo es. Las imágenes de archivo no sostienen la historia. No hay un arco que establezca cómo se produce la drástica desindustrialización en la zona ni cómo se agrava poco a poco la situación hasta que se produce el estallido social.
Desde luego no es la película española del año, ni siquiera del mes.
1ª Relatos sobre pequeñas historias de la vida diaria y del trabajo por parte de los clientes de un bar de barrio. Conversan entre ellos. A algunos los vemos mientras hablan, pero en otros momentos las palabras resuenan sobre las caras de otras personas. La desincronización entre imagen y sonido crea una especie de relato coral. Los rostros hablan tanto como los discursos. Vemos en ellos la dureza del trabajo, la lucha por la supervivencia, la precariedad, la incertidumbre. Magnífico.
2ª Debates entre grupos de jóvenes que beben y charlan sobre asuntos propuestos por el director sobre cuestiones de actualidad en España (Situación política en Cataluña, diversidad cultural y lingüística, el papel de los sindicatos). Ya no hay relatos, sino debate sobre temas. Opiniones banales, cero interés. Esta parte hace que la película se alargue mucho más de lo que creo que debería.
3º Entrevistas de estilo periodístico a líderes sindicales sobre las huelgas y la reconversión industrial a principios de los 90 en la zona de Cartagena. Interesante pero sin interés formal. Las imágenes de las protestas se utilizan, en su mayor parte, como un simple recurso a doble pantalla para acompañar el relato de los líderes sindicales que participaron en las movilizaciones.
Si la película se desarrollase en su integridad como la primera parte sería extraordinaria. pero no lo es. Las imágenes de archivo no sostienen la historia. No hay un arco que establezca cómo se produce la drástica desindustrialización en la zona ni cómo se agrava poco a poco la situación hasta que se produce el estallido social.
Desde luego no es la película española del año, ni siquiera del mes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hay otra cuestión que me parece interesante. La película juega con la indefinición temporal de forma errática. La estética y el formato de cuadro remiten al vídeo de los 90. En algún momento podemos pensar que las conversaciones que se producen en el bar han sido registradas en esa época, pero esa confusión de temporalidades no se mantiene con coherencia durante toda la película, y poco a poco descubrimos que han sido grabadas en la actualidad.
Es como si el director renunciase a producir imágenes de su tiempo con los medios de su tiempo, simplemente con el propósito de crear una confusión temporal que era imposible mantener a lo largo de la película. Para que se entienda mejor, es como si decidiese alterar las imágenes de archivo de las protestas reescalándolas hasta 4k. Supondría privarlas de algo esencial y constitutivo de cualquier imagen: su temporalidad
Es como si el director renunciase a producir imágenes de su tiempo con los medios de su tiempo, simplemente con el propósito de crear una confusión temporal que era imposible mantener a lo largo de la película. Para que se entienda mejor, es como si decidiese alterar las imágenes de archivo de las protestas reescalándolas hasta 4k. Supondría privarlas de algo esencial y constitutivo de cualquier imagen: su temporalidad