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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Black Floyd:
8
Drama Una niña de 6 años y sus amigos pasan el verano en un pequeño motel muy próximo a Disneyworld, mientras sus padres y el resto de adultos que les rodean sufren aún los efectos de la crisis. (FILMAFFINITY)

21 de mayo de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que en un principio parecía iba a ser un concierto de chillidos y duelos verbales soeces, se fue convirtiendo -y sin perder jamás el ingrediente humorístico- en un interesante análisis de la realidad paralela que existe en el estado de Florida -y creo yo, en todas partes del mundo-, en los Estados Unidos. Hay dos o tres puntos fundamentales: Uno de ellos es el bucle en el que parecieran estar metidos sin remedio determinadas personas, que ya sea por escasa o nula iniciativa, ya sea por alguna razón externa, no pueden lograr corregir sus vidas y por ende, la de los demás. Madres solteras y de malos hábitos, destinadas -vuelvo una vez más al tema de la mala suerte y la enorme ayuda que se le da muchas veces a ese mal destino- a ir penando por la vida, solas o con sus hijos a cuestas, los cuáles aprenden y absorben de esos mecanismos nocivos, generando en ellos, y en lo sucesivo, una clase de conducta que los hunde cada vez más y que les prohíbe salir de ese laberinto en el que crecieron y por el que, tal vez, hasta sientan cierto afecto... como si se prendaran de forma ineludible de su confortable y personal infierno.

Otro punto fuerte es para la pequeña actriz, Brooklynn Prince, que interpreta de manera fantástica a Moonee, una nena que crece al lado de una madre indisciplinada, mal hablada, pendenciera y viciosa, pero que a su vez y a su modo, hace lo posible por conformarla. Ambas viven en esos típicos hoteles americanos, un complejo con muchas habitaciones y todo tipo de gente de baja laya, todos resistiendo, malgastando, o viendo pasar la vida, discurrir el tiempo, sin un ápice de rebeldía, más que la que sirve para pelear, discutir, transgredir... la película es esto: un cuadro, una porción de vida de varias personas donde no hay nada fabuloso o destacable que contar, que no sea la miserable, triste y patética existencia que llevan, como un pesado fardo...

Willem Dafoe también está muy, pero muy bien en su papel de encargado del hotel, donde demuestra un sabio equilibrio entre la dureza que debe mostrar ante sus inquilinos, y la calidad humana que emerge, a su pesar, en todo momento. Un personaje cálido y entrañable.

Me gustó bastante. Es una buena muestra de que aún quedan actores decentes. De que el cine es algo más que producciones colosales. Y el final me pareció estupendo. Una notable ironía, de la que se da, por desgracia, a lo largo y ancho de este mundo.
Black Floyd
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