Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Black Floyd:
8
Drama Susú Pecoraro interpreta a una prostituta que regresa de Buenos Aires a su pueblo, para buscar a su madre y a su hermano y llevarlos a la ciudad. Allí conoce a un joven pintor, y en él verá el camino para cambiar su vida. El film está basado en dos cuentos de Bernardo Kordon, "Domingo en el río" y "Fuimos a la ciudad". (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia es simple. No pretende otra cosa. Este tipo de películas sólo quieren bosquejar una porción de vida, de alguien cualquiera, sin agregarle aventuras coloridas ni situaciones extraordinarias, sino, por el contrario, mostrar lisa y llanamente como son muchas de estas vidas; tristes, dolorosas, pueriles. Vidas que pasan sin ser advertidas, ni mucho menos recordadas, más que por el conjunto de personas que las hayan rodeado, y nada más.

La miseria existe, por más que se niegue, o se crea exagerada. Existe, y mucho peor que lo que se muestra aquí.
Creo que el director, ha elegido magistralmente los lugares donde se desarrollan los hechos. En un lugar que pareciera ser una estación de trenes, o de ómnibus, Luisa (Susú Pecoraro), quién ejerce de prostituta, conoce a Rubén (Miguel Ángel Solá), un pintor mediocre, con quién rápidamente entabla una conversación.

Voy a seguir un poco más abajo, en el spoiler, con detalles que desvelan hechos puntuales. Pero antes, voy a describir un poco los escenarios, y los personajes que se mueven, como entre las sombras de un infierno (el infierno de lo abyecto, de los sórdido, de todo lo empobrecido con lo gris, con la miseria, que a todo lo envuelve como un sudario final) a lo largo de la película.

Quién haya visto alguna vez, los arrabales, en invierno, sentirá lo mismo que yo al ver esta película. Todo vuelve, en cuestión de segundos, a revivirse. Como si el recuerdo, sin sustancia, intangible, frágil, olvidado en algún remoto rincón de la memoria, se revitalizara, llenase sus venas invisibles de sangre caliente y comenzara a palpitar con fuerza, nos golpera de pronto, y con él, los sentimientos que conectan a ese recuerdo; como una red que se va extendiendo, a medida que se van recuperando las imágenes que creíamos perdidas. Con esas imágenes, los olores, los perfumes, los colores, las temperaturas, reviven una vez más, y con ellos, la punzada fatal, la sensación de lo perdido, lo irrecuperable, que retorna con crudeza, con poderosa vitalidad, para dar una emoción tal, que sólo puede ser imitada por las magnificaciones tremendas de los sueños...

Esos barrios pobres, donde las casas a medio terminar con sus ladrillos y revoque desnudos sin encalar, que se esparcen aisladas en medio de las grandes extensiones de campo; los penachos de césped salvaje, que crecen desafiantes en medio de lodazales, como esas flores que resplandecen, magníficas, en un paisaje yerto, sobrevivientes y orgullosas; las bombas para sacar el agua de los pozos, los alambrados caídos, las ropas colgadas, raídas, descoloridas, que se balancean con el viento frío del invierno, restallando entre sí, como fúnebres estandartes de lo abyecto, el abandono triunfante, que impera sobre todo, dan la exacta sensación de angustia, que se vive en estos lugares, donde la gente marginada ha vivido, y seguirá viviendo, por siempre.

Hay escenas de crepúsculos desvaídos, fríos, helados, donde la débil luz anaranjada, descolorida, como cansada, se filtra a través de las ventanillas de los trenes (hasta los vehículos son miserables, arruinados, lóbregos), y donde uno adivina y siente hasta el frío propio de las últimas horas del día, y ese inevitable aroma de los arrabales bonaerenses, donde el humo de las hojas quemadas se confunde y se mezcla con el olor que le imprime el invierno a todos los objetos. Insisto, que quién no haya respirado el otoño, el invierno, en estos lugares, y para quién estos recuerdos, no sugieran nada en particular, entonces este film no significará nada para ellos. Quién haya visto a estos miserables sobrevivientes, arrebujados en rincones, para protegerse de las heladas, de la escarcha, empatizará con los sufrientes y pueriles personajes de esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Black Floyd
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow