El tema es lo que uno espera en el momento en que se sienta a ver la tv. Yo espero diversión, es cierto, pero cuando algo me da verguenza ajena, ya me resulta nocivo y me aparto. Este es el tipo de programas que me dan verguenza ajena y por eso le pongo un uno; porque se lo merece.
Se lo merece por Albertario, que nunca supo actuar, ni desfilar, y que se hizo conocida por un comercial de tv. Se lo merece por el argumento llano, estúpido, previsible, banal; se lo merece por frivolizarlo todo, desde el romance, la amistad y hasta las peleas. Se lo merece por las burdas, patéticas actuaciones, que no se las cree ni mi perro. Pero si a alguien esta serie de mierda le hizo bien, entonces valió la pena ser filmada. Yo no estoy entre esa gente, afortunadamente o tal vez y a esta altura, desafortunadamente.