Un placer haberla visto una vez y dos placeres haberla visto dos veces. Los documentales si te gusta el personaje se disfruta más y se saborea con placer hasta lo más normal. En cualquier documental se cuenta la obra y milagros del personaje y aquí habla mucho y muy variado. Te dice que el cerebro era Stan y el apostador era Oliver, también te cuenta que Stan contestaba todas las cartas de los fans a puño y letra igual que conversaba con un joven aficionado al teléfono cual padre habla a su hijo. Luego entre risas y lagrimas los personajes se van a descansar a sus aposentos hasta la inmortalidad. Si algún día soy millonetis haré un viaje para admirar el museo que hay en Harlem/Georgia/Atlanta y rendir un homenaje a dos personajes irrepetibles.