Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: FLOJA.
Existen historias estupendas, mediocres y bobas, esas que no tienen ni pies ni cabeza. Así es la presente, una pieza un tanto infantil disfrazada de adulta.La trama es descerebrada y ridícula, pues nadie en su sano juicio plantearía tal absurdo con el fin de "solucionar un problema molesto", máxime teniendo el poder, el dinero y los medios a tu alcance.Vale, pues aquí a alguien no muy avispado —seguramente un guionista—, se le ocurre buscar una trama irreal, una majadería de tres al cuarto, que un servidor no puede tomarse como algo serio por lo inverosímil de la propuesta.
Luego están los tópicos. ¿Por qué siempre que sacan a alguien por una ventanilla del tren, en ese preciso momento pasa otro por el carril contrario? Por no hablar de ese hombre, casi en edad de jubilación, al que golpean de forma tremenda, le disparan, lo acuchillan, lo tiran del tren, y hasta lo descarrilan. ¿Por qué las leyes que imperan en el mundo real no se emplean en el celuloide en películas de este tipo? Después nos choca que en la vida real un camión del ejército vuelque y mueran sus dos soldados. Yo mismo me tengo por un sesentón, pero muy preparado físicamente a causa del ejercicio y mi profesión de artes marciales de una vida; y sin embargo, no hubiera sido capaz de resistir ni un 10% de lo que le sucede a nuestro héroe en esta historia. De lo peor es que al poco de empezar la función ya intuyes quien es el malo. La lista de necedades es larga, pero con esto creo que es más que suficiente. ¿Cómo no voy a tomarme a risa todo el asunto, trama incluida? Por favor, señores, cuando quiero ver fantasía, ya escojo una película de género. Pero si elijo un thriller, espero de él cierta seriedad. Aún tengo para mi edad mucha de esa fantasía en mi cabeza; pero no me pidan que la saque a relucir donde no se debe. Mi tiempo es oro, y el de ustedes también debería serlo.