Estamos ante un filme tipo biográfico-musical, como mínimo notable, sobre la vida del cantante salsero Héctor Lavoe, (Héctor Juan Pérez Martínez —n. en Ponce, 1946 y m. en Nueva York, 1993—), puertoriqueño como Marc Anthony y Jennifer López que interpretan al mencionado Lavoe y a su esposa "La Puchi".

A mí me han gustado bastante tanto Marc como Jennifer en sus papeles, los interpretan con mucha fuerza y convicción, otra cosa es que haya quienes recordando a la pareja real de la historia no entienden que aquéllos fueron irrepetibles y Marc y Jennifer sólo hacen un más que decente o digno trabajo interpretativo.

La película es una gozada por las canciones cantadas por Marc Anthony en su papel de Héctor Lavoe, pues no en vano estamos también ante un grandísimo cantante con una voz excelente.

Grandiosa la canción "Todo tiene su final", cuyo autor fue Willie Colón (el compañero de tantos éxitos haciendo dúo con Hector Lavoe), aunque no sé si es porque ha sido cortada o por qué razón, no aparece Marc Anthony cantándola en la versión del filme que se ha distribuido en gran parte del mundo. Se trata de una canción estupenda que el director Leon Ichaso debía haber puesto como final de la historia, ya que le habría dado un distintivo de enorme lógica, una marca para el oído de las que no se olvidan nunca. Sin embargo, Ichaso ha cometido en este sentido un fallo incomprensible. El meollo de la letra de esta canción resume en gran medida la propia vida de Héctor Lavoe y la de todo el que sube muy alto, porque antes o después cuanto más alto se sube más dura es la caída. La canción dice así:

"Todo tiene su final,
nada dura para siempre,
tenemos que recordar
que no existe eternidad,

Como el lindo clavel
solo quiso florecer
y enseñarnos su belleza
y marchito perecer,
todo tiene su final,
nada dura para siempre,
tenemos que recordar
que no existe eternidad.

Como el campeón mundial
dio su vida por llegar
y perder lo mas querido
en la masa otro más."


Fej Delvahe