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Voto de Ehavled Jef:
10
7,2
2.361
Drama
La aburrida vida en un pueblo de Salamanca de Don Alejandro, un antiguo director de orquesta viudo, escéptico y solitario, da un vuelco cuando conoce a Goyita, una niña de trece años inteligente, imaginativa y sensible. Se trata de un amor platónico, pero que no obstante incomoda a algunos vecinos influyentes. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2009
68 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, Jaime de Armiñán merece gran admiración como director. Con películas como "Mi querida señorita", "El nido" o "Mi general", ha demostrado ser un valiente analizador que sabe tocar, desarrollar y comprender temas humanos muy delicados y cortantes, y hacerlo con lúcida profundidad y tolerancia psicológica frente a la opinión de la gente común y corriente que sólo los contemplan superficial, incomprensiva, ceporra, descalificadora y satanizadoramente.
Muy buena historia de Jaime de Armiñan donde se resalta de manera preciosa y trascendente el romance entre un hombre maduro y una niña de trece años.
El guión deja claro que es la niña la que seduce al hombre mayor, como suele pasar casi siempre con la "Lolita" de ficción o la real de carne y hueso: ella empieza poniéndole señales o reclamos para que él los vaya siguiendo y le conduzcan al hecho de quedar prendado.
Para quien aún no se haya enterado, "El nido" es de las mejores historias que se han llevado a las pantallas del cine español, estando a la altura de películas como "El Sur", "Calle Mayor" o "El crimen de Cuenca". Es una singular y espléndida obra de arte.
Muy buena historia de Jaime de Armiñan donde se resalta de manera preciosa y trascendente el romance entre un hombre maduro y una niña de trece años.
El guión deja claro que es la niña la que seduce al hombre mayor, como suele pasar casi siempre con la "Lolita" de ficción o la real de carne y hueso: ella empieza poniéndole señales o reclamos para que él los vaya siguiendo y le conduzcan al hecho de quedar prendado.
Para quien aún no se haya enterado, "El nido" es de las mejores historias que se han llevado a las pantallas del cine español, estando a la altura de películas como "El Sur", "Calle Mayor" o "El crimen de Cuenca". Es una singular y espléndida obra de arte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Goyita, la niña (Ana Torrent), es hija de un Guardia Civil (Ovidi Montllor) y vive con su familia en una casa cuartel de un pequeño pueblo de Salamanca. Hablando con sus hermanitas, le preguntan: "Tú piensas casarte con un Guardia Civil?" A lo cual Goyita contesta con rotundidad: "¡Ni loca!"
Don Alejandro (Héctor Alterio) es un rico viudo, solitario y "estrafalario" (así lo define el Sargento de la Guardia Civil interpretado por Agustín González) al que poco a poco Goyita le "tira los tejos" y él como hombre de edad en estado de aburrimiento, soledad y vida sin sentido, reacciona picando el anzuelo y sintiéndose irremediablemente atraído. Ambos construirán una relación de amistad, de juegos, de romanticismo poético, de noviazgo no convencional, donde para nada hay pederastia ni abuso de menores, donde la niña trata de ser la parte dominante y el hombre, cual varón seducido por una jovencita, se deja "enchochadamente" dominar.
Por supuesto, esta juntera resulta estridente a los ojos de los habitantes del pueblo, de la masa "buena y bienpensante" y encima ellos dos no la ocultan. Incluso, la maestra de Goyita (la bellísima Patricia Adriani), una joven de 24 años, al principio se queda algo perpleja, como diciéndose así misma, "¿cómo es posible que este hombre, maduro, aunque de buen ver, con una estupenda posición, cultura y fortuna, se haya fijado en esta niña tan poquita cosa y no lo haga en mí que estoy exhuberantemente buena?"; de hecho, trata con su sensualidad y atractivo de llamar la atención de Don Alejandro; y Goyita, que no es tonta, se da cuenta y le prohibe a su enamorado que vuelva a ver a la maestra.
Otro personaje crucial y entrañable de esta historia genio-real de Armiñán, que se queda grabado en el corazón, es el maravilloso cura Don Eladio (Luis Politti), hombre cincuentón como Don Alejandro y amigo suyo. Entre ambos se dan los diálogos más brillantes e inolvidables de la película. Curiosamente entre estos dos hombres, un profesional de la religión católica y un liberal ateo, existe un constante y amistoso toma y daca, muy salpimentado, consistente en atacarse y responderse con gran sentido del humor ateo-teológico. Armiñan filma una de las relaciones más entrañables entre un cura y un ateo que se hayan visto jamás.
En una de estas conversaciones, el cura le dice a su amigo que los del pueblo ya están enterados de su singular romance: "Los más piadosos opinan que estás un poco gili, los más generosos que estás mal..., y los más apasionados que eres un maníaco sexual y que habría que darte un escarmiento; guárdate de este último grupo.” ¡Ah!, pero Don Alejandro le contesta con el quid o meollo de la cuestión, con lo que viene a ser la clave en este filme y en cualquier otra historia parecida de las muchas que ha habido y habrá sobre atracción amorosa entre hombre bastante mayor y muchacha púber, es decir: "¿Sabes una cosa? Estoy viviendo por primera vez en mi vida."
Fej Delvahe
Don Alejandro (Héctor Alterio) es un rico viudo, solitario y "estrafalario" (así lo define el Sargento de la Guardia Civil interpretado por Agustín González) al que poco a poco Goyita le "tira los tejos" y él como hombre de edad en estado de aburrimiento, soledad y vida sin sentido, reacciona picando el anzuelo y sintiéndose irremediablemente atraído. Ambos construirán una relación de amistad, de juegos, de romanticismo poético, de noviazgo no convencional, donde para nada hay pederastia ni abuso de menores, donde la niña trata de ser la parte dominante y el hombre, cual varón seducido por una jovencita, se deja "enchochadamente" dominar.
Por supuesto, esta juntera resulta estridente a los ojos de los habitantes del pueblo, de la masa "buena y bienpensante" y encima ellos dos no la ocultan. Incluso, la maestra de Goyita (la bellísima Patricia Adriani), una joven de 24 años, al principio se queda algo perpleja, como diciéndose así misma, "¿cómo es posible que este hombre, maduro, aunque de buen ver, con una estupenda posición, cultura y fortuna, se haya fijado en esta niña tan poquita cosa y no lo haga en mí que estoy exhuberantemente buena?"; de hecho, trata con su sensualidad y atractivo de llamar la atención de Don Alejandro; y Goyita, que no es tonta, se da cuenta y le prohibe a su enamorado que vuelva a ver a la maestra.
Otro personaje crucial y entrañable de esta historia genio-real de Armiñán, que se queda grabado en el corazón, es el maravilloso cura Don Eladio (Luis Politti), hombre cincuentón como Don Alejandro y amigo suyo. Entre ambos se dan los diálogos más brillantes e inolvidables de la película. Curiosamente entre estos dos hombres, un profesional de la religión católica y un liberal ateo, existe un constante y amistoso toma y daca, muy salpimentado, consistente en atacarse y responderse con gran sentido del humor ateo-teológico. Armiñan filma una de las relaciones más entrañables entre un cura y un ateo que se hayan visto jamás.
En una de estas conversaciones, el cura le dice a su amigo que los del pueblo ya están enterados de su singular romance: "Los más piadosos opinan que estás un poco gili, los más generosos que estás mal..., y los más apasionados que eres un maníaco sexual y que habría que darte un escarmiento; guárdate de este último grupo.” ¡Ah!, pero Don Alejandro le contesta con el quid o meollo de la cuestión, con lo que viene a ser la clave en este filme y en cualquier otra historia parecida de las muchas que ha habido y habrá sobre atracción amorosa entre hombre bastante mayor y muchacha púber, es decir: "¿Sabes una cosa? Estoy viviendo por primera vez en mi vida."
Fej Delvahe