Preciosa obra cinematográfica de aproximadamente solo media hora. Tuvo tanto éxito que el director ha decidido hacerla largometraje y probar suerte con el mismo contenido por segunda vez en 2011; donde con más medios y retoques, repiten el mismo director, el mismo fotógrafo, el mismo intérprete masculino, etc., pero no la que para mí era la sal y la hermosura de este corto o medio metraje primero, la actriz protagonista Mariana Anghileri, que en la segunda "Medianeras" es sustituida por Pilar López de Ayala, una mujer que para mí no causa tanta imantación como la citada Mariana.

La que ahora nos ocupa, o sea, la primera "Medianeras", es, una obra sencilla que tiene mucha enjundia y mucho arte, donde se pone de manifiesto lo cabroneados que estamos los ciudadanos, en concreto por causa de los arquitectos y los empresarios de la construcción, esos profesionales de la mediocridad que nos hacen la vida penosa, indigna, torturadora, que nos dan habitáculos de mierda a precio de oro o de diamantes y nos provocan a millones y millones de seres humanos asco de vivir o inclinación al suicidio (que muchos llevan a cabo) cuando podríamos ser algo más felices si no fuera por los citados mercaderes de viviendas y su pésimo comportamiento profesional y moral.

Como bien dice el guión: "Estoy convencido de que las separaciones y los divorcios, la violencia familiar, el exceso de canales de cable, la incomunicación, la falta de deseo, la abulia, la depresión, los suicidios, las neurosis, los ataques de pánico, la obesidad, las contracturas, la inseguridad, el estrés y el sedentarismo son responsabilidad de los arquitectos y empresarios de la construcción."

La película nos ofrece trucos contra toda esa muerte en vida en que nos entierran-encierran los arquitectos y los empresarios de la construcción, trucos para sobrellevar esa civilización infernal que en realidad es prácticamente carcelaria por más que nos creamos hombres libres. Entre tales trucos están por ejemplo: buscar y dar amor, salir y relacionarnos, mantener la sensibilidad y no deja que se seque o endurezca, el romanticismo, el abrir ventanas en los muros que nos impiden la luz y la entrada del sol, etc., etc.

"Medianeras" es una bellísima obra de arte, ya filosófica ya amorosa, donde se compendia aquello que más o menos vino a decir Jean Tédesco acerca del cine: que ha sido especialmente inventado "para permitirnos visualizar nuestros sueños".


Fej Delvahe