¿ Broma macabra o terror malsano ? En esta película la ambigüedad juega un papel primordial que el espectador debe intentar descifrar. En el fondo hablamos de un mundo de seres solitarios con dificultades de comunicación.

La película puede parecer superficial pero no lo es tanto. Bajo sus imágenes subyace una tristeza existencial de sus personajes notable. Asusta observar la locura cotidiana cuando se muestra de forma naturalista, sin florituras. Cada vez más nos encerramos en nosotros mismos, en nuestros pequeños mundos. A veces al encontrarnos con el mal lo primero que deseamos es huir de sus garras pero quizá sea ya demasiado tarde, por lo que no debemos adentrarnos en esos pequeños mundos interiores de los demás ya que puede que algunas veces escondan algo verdaderamente terrorífico.
La enfermedad mental siempre resulta aterradora ya que es susceptible de existir muy cerca de nosotros. A diferencia de demonios, brujas, muertos vivientes y demás, el psicópata existe y existirá y no es un monstruo de pesadilla sino algo real.
Y eso siempre resulta más inquietante.

Entretenimiento bien montado y sin alardes, se trata de un largometraje que va directo al grano y se muestra astuta hasta su brillante final.