Thriller de investigación y melodrama donde un ciudadano estadounidense viaja a Gran Bretaña para sacar a la luz los acontecimientos por lo que su hermano fue asesinado, en una operación de su comando contra los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial.

La película nos ofrece, quizás, y seguro que ese era el propósito del director, una trama algo desapasionada, donde los personajes se distancian un tanto, en el aspecto emocional, del espectador.

Pero la categoría de los intérpretes (magnífico, como siempre, Ray Milland), los matices estéticos con una memorable fotografía en blanco y negro, la impecable dirección de Jacques Tourneur, la densidad narrativa y ciertas connotaciones con los films de Alfred Hitchcock, hacen que la cinta nos resulte inquietante y con variedad de registros dramáticos, desde los más turbios hasta los que rozan la amabilidad.

Una obra, en verdad, muy interesante. Para un 6.5.