Mediocre film de naturaleza televisiva que mezcla elementos del thriller y del drama para mostrarnos algo semejante a la crónica de un secuestro.

La trama es de una simpleza absoluta, el ritmo prácticamente plano y los elementos narrativos desoladores. La película se estructura como una sucesión mal hilvanadas de secuencias, unas veces con un somero afán documentalista, otras con leves toques sentimentales, y siempre sin imaginación, en las que unos personajes estereotipados (familiares y agentes de policía), a través de procedimientos informáticos vía redes sociales, tratan de averiguar el paradero del secuestrado y la personalidad del secuestrador.
Y el desenlace, como es norma general en todos estos productos, previsible y carente de tensión.

Por otra parte, al conocer el espectador desde el principio (los personajes a la mitad del metraje) la identidad del psicópata, la intriga se colapsa sin haber apenas aparecido y todo se convierte en un vehículo cargado de insignificancia y vulgaridad.

Solo su falta de pretensiones y una no muy desastrosa factura otorgarían un punto --casi inmerecido-- a favor de este monótono y olvidable trabajo.