Thriller psicológico, con todas las características de la realización televisiva, sobre el clásico tema de la madre perturbada por un trauma familiar, que intenta recuperar su existencia perdida recreando una vida imaginaria, que carece de cualquier originalidad o aspecto creativo.

Con un ritmo totalmente plano, y dejando algún hilo argumental suelto, el film nos ofrece las típicas peculiaridades de este tipo de productos: personajes insustanciales --algunos aparecen de relleno-- y, por lo tanto, sin definición psicológica, trama muy simplificada y desprovista de intriga, insistencia en presentar lugares comunes al de otras realizaciones afines, vacío, casi total, de inquietud y de suspense y actores y actrices que apenas cumplen su cometido al exponer sus dotes interpretativas.

Estamos, pues, ante una película sin calidad estética y poca coherencia argumental, en la que el espectador ya conoce los acontecimientos de la historia desde la apertura y en la que todo es puro artificio mal armonizado.