Mediocre thriller sobre un psicópata obsesionado por una joven madre donde se entremezclan, sin rigor alguno, la trama de la típica realización de suspense de ámbito televisivo con la esencia de la magnífica "La mano que mece la cuna", de Curtis Hanson y --nada menos-- con varios elementos de la grandiosa "Psicosis", de Alfred Hitchcock. A tenor de todo ello, la mezcla resultante es casi desastrosa.

La vulgaridad del argumento --en extremo tópico-- es notoria: extraño joven desquiciado que se introduce en el núcleo familiar de unos vecinos con problemas sentimentales de pareja y trata de apoderarse de sus vidas.
El marco geográfico en el que se nos introduce es el ya típico barrio residencial de clase media; los personajes se nos ofrecen estereotipados, sin evolución en sus conductas, y algunos de ellos --comprobamos-- no son necesarios en la historia; el guion se lanza sin una mínima elaboración y muy poca coherencia y el desenlace nos llega con la absurda y simplona sorpresa --es ya una indisoluble costumbre-- cerrando el film. Todo ello, como se aprecia, visitado --y sufrido-- en múltiples ocasiones.

Solo destacar --siendo indulgentes-- varios momentos de tensión e incertidumbre hacia el final del metraje. Por lo demás, lo único que contemplamos es el mero producto efectuado para televisión, en el que se intenta --solo se intenta-- delinear una intriga de la que ya conocemos, ineludiblemente, todos sus materiales.