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España España · Madrid
Voto de Moody:
5
Romance. Drama Daphne, una treintañera que trata de superar una ruptura sentimental con el que creía el hombre de su vida, vive a lo largo de un año una serie de acontecimientos que cambian para siempre su vida, descubriendo cosas sobre sí misma que desconocía por completo. (FILMAFFINITY)
11 de noviembre de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente a Doremus le hubiera gustado vivir, al menos un tiempo, en aquella lejana Francia a mediados del S.XVII, momento en el que la alta sociedad francesa se interesaba por el preciosismo. Este refinamiento del lenguaje estético, esa búsqueda del plano perfecto, rodea a la historia que narra “Finales, principios” de un halo mate, unas secuencias rodadas muy de cerca que atesoran calidad y obsesión a partes iguales.

La película narra el drama de una mujer perdida en su vida, a la espera de un futuro inmediato que la aleje de un pasado complejo. Ella y sus circunstancias encuentran la manera de enfrentarse al mundo mediante relaciones personales que afectan a dos amigos que parecen no comunicarse mucho entre sí.

Su experiencia vital se convierte en la del espectador durante su largo metraje, plagada de silencios son los personajes en pantalla mientras una cuidada banda sonora acompaña a lo que ve. Todo es correcto, pero se nota que falta personalidad en el conjunto, debido en parte a unos planos personajes construidos sin chispa. Este triángulo amoroso resulta aburrido en muchos pasajes, quizás por esa búsqueda de la belleza en la volátil vida de la protagonista.

No puede quejarse Doremus de los protagonistas, nombres como Woodley, Stan o Dornan no se reúnen todos los días, y lucen muy bien en pantalla. Se ajustan a lo que piden sus personajes, especialmente Woodley, sobre la que recae el peso de la trama. Todos han logrado construir unos sólidos personajes, un mérito que comparten con un director que firma muchos planos casi dedicados a ellos y a sus pensamientos, muy del estilo del Malick más reposado.

Hay un poso de fragilidad, quizás de amargura, en una película optimista por definición, en la que los personajes entienden que deben no solo tomar decisiones sino también aceptar sus consecuencias, un pedazo de esta carrera de fondo a recorrer que es la vida.
Moody
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