Se acerca la época navideña, la Navidad en particular, y ya empiezan a surgir películas con esta temática como telón de fondo. Acabo de terminar de ver ¡Qué duro es el amor! (Love Hard, 2021), una comedia romántica navideña que te deja un muy buen sabor de boca, ya sea por la trama y/o por el reparto que la compone. Producida por McG y protagonizada por Nina Dobrev, Jimmy O. Yang, entre otros, nos cuenta la historia de Natalie (Nina Dobrev) que vive en Los Ángeles y por azares del destino se ha enamorado de un chico al que ha conocido en una aplicación online de citas. La Navidad está casi a la vuelta de la esquina y para sorprenderle decide viajar al pueblo donde él reside. Sin embargo, cuando llega al lugar se da cuenta de que ha sido víctima de un caso de catfishing; el chico, Josh (Jimmy O. Yang), con el que se escribía no es en realidad quién ella creía que era. Josh para intentar arreglarlo, le promete a Natalie presentarle a la persona real de su perfil con una condición: que se haga pasar por su novia, frente a su familia, durante las vacaciones de Navidad. Lo que en un principio parece que sea algo fácil de cumplir, se convertirá en una gran bola de nieve difícil de detener. A un servidor le gustan las películas románticas, sobretodo las comedias románticas, y cuando me enteré de la existencia de este film, que ahora nos ocupa, tenía mucha ganas de verlo. La verdad es que es una cinta maja, más que interesante, te ríes algunas veces, y es muy predecible, pero vale la pena su visionado. Además, Dobrev me parece un sol de chica y aquí está estupenda con el personaje que interpreta. Me han encantado los guiños que tiene a largometrajes tales como La Jungla de Cristal y Love Actually, sobretodo a éste último. No es que Dobrev y O. Yang sean una pareja de cine para recordar, pero vas cogiendo cariño a dichos personajes a lo largo de la casi hora y tres cuartos de metraje. Mi nota final es de 7/10.