Historia muy interesante que se mueve entre la doble moral y el poner la otra mejilla. Susanne Bier nos presenta más que una simple historia, una serie de historias con un transfondo impactante: la falta de moral y sentimientos, la familia como núcleo de la sociedad y su ruptura, la corrupción del ser humano y las tomas de decisiones imprecisas. Todo ello viene rodeado por unos personajes que se mueven entre una sociopatía exacerbada y la paciencia cristiana. Dividiendo la escena entre Dinamarca y un país indeterminado de África, el protagonista, Anton, va aprendiendo poco a poco a saber disfrutar del día a día y a no recibir al enemigo poniendo el otro lado de la cara. Resulta una interpretación por parte e Persbrandt bastante destacable, aunque, y siempre a mi parecer, el pequeño psicópata de Christian (Jøhnk Nielsen) se come la escena: sus caras son siempre un poema épico sobre la poca importancia del resto de seres humanos. No suelo empatizar con los eprsonajes infantiles en películas dramáticas, pero aquí he encontrado mi excepción.
Lo cierto es que, al final, "En un mundo mejor" resulta una película excitante y estimulante, tanto por la evolución de sus personajes como por sus propios fallos, y cuenta con diálogos dignos de grandes escritores y escenas imponentes que recuerdan a la época dorada de Hollywood. Muy recomendable, sobre todo por la sensación de replanteamiento moral que deja en su final.