Esta viene a ser la continuación de "El Origen del Planeta de los simios" y, aunque tiene su propia trama, yo creo que es conveniente haber visto previamente la misma porque puede ayudar a comprender mejor el tema. Es una historia de traiciones y lealtades, de amores y odios, de familia y soledades, de paz y guerra, en fin de todas las debilidades y sentimientos humanos... experimentados y desarrollados por monos.

Monos que también tienen internas políticas, provocan intrigas palaciegas e, incluso, dan algo así como un golpe de estado, todo ello con "valores" propios como el que se repite a lo largo de la película: simio no mata simio. Más allá de algunas incongruencias de la historia (no puedo ser tan imbécil de pretender veracidad cuando todo es un gran exponente de ciencia ficción) como por ejemplo la sumisión —casi rayana en el alcahuetismo— que el líder de los monos tiene para con los humanos a pesar de lo que ha padecido anteriormente (ver "El Origen...") hay que reconocer que los diálogos, la realización y las actuaciones están muy bien: hay momentos dramáticos muy bien logrados por parte de los monos al punto que a veces uno como espectador "olvida" que los personajes no son personas, especialmente la escena de César herido con su hijo o cuando su hembra (estuve a punto de escribir "su mujer") pare al bebé mono.

Las escenas de acción son impresionantes y da la sensación que se pretende homenajear varios géneros (el western: la ciudad es algo así como un fuerte asediado por los indios-monos) o las masacres a lo Sylvester Stallone (el mono rebelde con una ametralladora en cada mano enfrentando a un tanque de guerra, como Rambo en Afganistán). Los efectos especiales están tan bien logrados que prácticamente es imposible advertir cuáles son las muchas escenas logradas con animaciones. La música es extraordinaria y culmina como una sinfonía en un final muy sugerente con unos increíblemente expresivos ojos de simio que nos interpelan en un primerísmo primer plano. En mi modesta opinión, es una película notable.