Todos le conocemos por su cámara agitada, sus Bourne magistrales o por el gran Capitán Phillips que nos está desembarcando, pero descubrí esta película mientras repasaba los votos que le había dado a sus películas anteriores.
Lo cierto es que este drama es típico, cumplidor y lejos del estilo actual del director, pero tampoco es tan malo y puede verse perfectamente.
Las interpretaciones de Branagh y Bonham Carter enganchan lo suficiente (por algo son actores como son, de renombre) y el guión está lo suficientemente armado como para poder verla hasta el final.
Un Greengrass desconocido, en sus inicios, finalmente eficiente.