Ridícula película sin apenas trama, ritmo, suspense y con malas actuaciones. Tres jóvenes empiezan a trabajar de monitores en un complejo subterráneo donde un grupo de niños prueban un moderno sistema de aprendizaje, gracias a unas gafas que no se quitan ni para dormir y con las que almacenan conocimientos, llamado proyecto "Posteridad"
El problema llega cuando empiezan a confundir lo virtual con lo real y se transforman en unos pequeños asesinos.
Todos menos una niña que sí se quitaba las gafas para dormir incumpliendo las normas.
Mala película que no recomiendo. Con una fotografía espantosa, entre colores verdes, rojos o azules para mostrar el mundo virtual, y con un final totalmente ridículo.
Arranca diciendo que hay una especie de carrera armamentística entre China y Occidente por convertir a sus generaciones en más inteligentes y termina con un intento de thriller terrorífico que provoca sonrojo. Ver a un joven de unos 25 años huir corriendo de dos niños de ocho o nueve años, no puede provocar otra cosa.