La película se presenta como un apunte o diario visual, que sigue de cerca la rutina de Antonio López mientras trabaja en su estudio. Se trata, por lo tanto, de un retrato fascinante sobre la vida y la obra de este artista, que invita al espectador a reflexionar sobre la naturaleza misma del arte y su capacidad para plasmar la realidad del mundo cotidiano con una belleza atemporal.