Steve Cutts y Moby (soy un admirador de este último) colaboran y nos ofrecen un muy sentido llamamiento a la humanidad con este videoclip-cortometraje con buena música y muy estilizada animación. Destapa la verdad tras las apariencias del mundo moderno que nos rodea y nos atrapa de un modo casi inevitable. Nos muestra como lo que somos en mayoría: un puñado de seres adormecidos, distraídos, desconectados, exaltadores de la falsedad, inseguros, atrapados. No es nada esperanzador el futuro del mundo. No creo que la culpa la tenga la tecnología. Ésta nos ha proporcionado grandes cosas. El problema radica en cómo nos estamos proyectando nosotros en ella. Un smartphone no es más que una simple herramienta, y nosotros tenemos el poder de hacer con ella lo que realmente queramos. Permitir que nuestra vida virtual afecte lo tangible, lo que realmente importa, es increíblemente triste. Esta dependencia enfermiza no dista mucho de una drogodependencia. Yo, en cierto modo, también estoy repleto de adicciones, frutos del vacío existencial, del puro aburrimiento, y una desagradable debilidad para hacer frente a mis malos hábitos y poner fin a aquello que no me sirve. El individuo tiene el poder. Tenemos el poder. Pero tendremos que hacer un enorme esfuerzo para construirnos como personas íntegras, seguras, sanas, auténticas, felices y, sobre todo, verdaderamente libres. Estamos en un momento clave en la historia de la humanidad, y debemos hacernos responsables del futuro que estamos creando. Tal y como yo lo veo, tan posible es crear una utopía como una distopía. Sólo queda una pregunta, la más esencial para todos:

¿QUÉ ELIGES?