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España España · Valencia
Voto de Jon Alonso:
9
Serie de TV. Drama. Thriller Miniserie de TV (2014). 8 episodios. Sigue a Nessa Stein, una prestigiosa empresaria de una compañía armamentística que dedica su tiempo a promover procesos de paz en Oriente Medio. Sin embargo, la Casa Blanca y el Servicio Secreto de Inteligencia la sitúan en el punto de mira y la ven obligada a involucrarse en una compleja trama política de escala internacional. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
The honourable Woman (2014) es una historia apasionante, resultado de un guion original, que hereda todo el suspense de la excelsa prosa británica del género de espías y misterio. Deudor directo de escritores insignes (Greene, Le Carre, Forsyth o el caso de su última joya, A. Horowith) que nos han dado grandes día de gloria— y, siguen dándolos— ya fueran sus novelas in situ o en las magníficas adaptaciones a la gran pantalla. Tramas donde política, corrupción e información confidencial bailan al son de un tango de Gardel en una embajada de su graciosa majestad. Si todo ello lo aderezamos de una salsa de pistacho con mucho Shakespeare, el público se sentirá más que agradecido. La BBC siempre se ha caracterizado por el trabajo bien hecho; estilo, realismo, detallismo y academicismo. Conceptos que funcionan y de qué manera… Además, en estos últimos años su apuesta por la coproducción es más que evidente. Desde la majestuosa Roma (2005) junto a la omnipresente HBO, hasta este último producto coproducido con el canal del hombre de Utah, Robert Redford y su pulcro Channel Sundance TV. La honorable mujer —para los más castizos— está barnizada de política de altos vuelos, corrupción y dobles espías al servicio de su graciosa majestad. Envuelta en un exquisito halo de misterio y delicado realismo. Dentro de un contexto geoestratégico-político demasiado complejo: Medio Oriente. Tenemos por delante ocho horas (ocho capítulos), donde su creador Hugo Blick ha escrito, dirigido y producido esta ficción que destila autenticidad y complicidad mediática. Puede que se trate de una historia con demasiada enjundia que no sabemos cómo terminará. Lo que sí que podemos afirmar que estamos ante una de las mejores producciones de este 2014. Un fascinante retrato oscuro sobre una mujer en pleno conflicto palestino-israelí sólido y demoledor. Por momentos, se atisba la angustia y tormento de la protagonista. Su reparto es extraordinario —con unos actores muy bien dirigidos— apoyados en unos precisos diálogos, gracias a la brillantez de las costuras del guion de Blick. Tenemos, por un lado a su protagonista absoluta; Nessa Stein de 36 años (Maggie Gyllenhaal), hija de un poderoso empresario británico-israelí, Eli Stein. Durante muchos años se ha labrado un prestigio dentro de la alta sociedad británica, como hombre de negocios. Pero la verdad es que Mr. Stein es sólo una mentira y una pose; su corporación encubre una red de tráfico de armas con el beneplácito de los servicios secretos del Reino Unido. La acción se inicia con el brutal asesinato del magnate delante de sus hijos Nessa y Ephra (Andrew Buchan) en un restaurante, que elípticamente, 29 años después vuelve a ser el escenario natural de una conmemoración familiar y homenaje a la figura del difunto. En el local, avistamos a nuestros jóvenes protagonistas, los cuales, se han convertido en unos respetables herederos del negocio de su padre; la Fundación Stein Group. Nessa, convertida en un miembro de la cámara de los lores—affaire, el cual, no está exento de una gran polvareda entre los corrillos de Westminster—quiere hacer de la corporación una pasarela filantrópica para establecer puentes de reconciliación entre Occidente y Oriente medio. Sin embargo, los problemas surgen; quid pro quo es un juego diabólico dónde lo que aparentemente es benigno se vuelve turbio y letal. Las buenas voluntades y los pretextos de garantizar una pax romana sobre un bidón de nitroglicerina, no son bien recibidas por parte de todos los implicados (el entorno de la familia Stein, el gobierno británico, la Cia y los mandatarios de Gaza y Jerusalén) llenos de frustración e ira. Nessa y Ephra entran en contacto con Sir Hugh Hayden-Hoyle (Stephen Rea), el jefe saliente de la inteligencia británica en Oriente Medio, y la funcionaria, Julia Walsh (Janet McTeer), que actúa como espía del MI6. El drama analiza la sensación del concepto de aquel individuo que padece el síndrome del eterno exiliado. Mal visto por los de tu condición y peor visto por los que nos son de tu misma sangre. La sensación de ahogo se percibe en Nessa. Tan sólo su sagacidad y frialdad podrán, en cierta medida, contrarrestar las máximas más arcaicas de su entorno y presentar su cara más humana. Malos disfrazados en cuerpos de cervatillos y corderos escondiendo sus fauces de lobos.Ninguna subtrama de la historia sugiere que es correcto e incorrecto por los pérfidos maximalismos, en ese callejón sin salida del mundo. Una historia de ritmo lento donde se ve la influencia de grandes series cercanas a esta temática. Desde la mítica Sleeper Cell 2005 de Showtime, pasando por Rubicon 2010 (AMC), House of Saddam 2008 (BBC) o la reciente Homeland 2011 (Showtime) en su primera temporada. La revisión de la felicidad del individuo y su modus vivendi: la familia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jon Alonso
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