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Voto de antonalva:
6
Drama El movimiento sufragista nació en Inglaterra en vísperas de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de las sufragistas no procedían de las clases altas, sino que eran obreras que veían impotentes cómo sus pacíficas protestas no servían para nada. Entonces se radicalizaron y, en su incansable lucha por conseguir la igualdad, se arriesgaron a perderlo todo: su trabajo, su casa, sus hijos y su vida. La protagonista es Maud (Carey Mulligan), ... [+]
23 de diciembre de 2015
42 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué hacer cuándo te ignoran, cuando rechazan darte voz, cuando no tienes ningún derecho, cuando eres mujer y se espera que seas la sierva de tu marido, la sumisa silenciosa que cuida de la camada y te asignan un papel no ya secundario sino marginal e insignificante, cuando no puedes disponer ni de tu dinero, ni de tu vida para nada que no coincida con la voluntad del macho cancerbero? Y apenas ha pasado un siglo de todo el movimiento sufragista (concepto que se utilizó como insulto, como acusación, como censura pese a lo irreprochable de sus intenciones)… qué lejos y apolillado nos parece todo cuando aún hay tantas mujeres sin los mínimos derechos como seres humanos.

Estamos ante el retrato sobrecogedor y lúgubre de una época, lleno de angustia y frustración, infamante e hiriente, repleto de injusticias tácitas y de insensibilidad manifiesta. Es el contraste sangrante y amargo entre la tradición y la novedad que cuestiona las costumbres arraigadas, entre la lucha y el conformismo, entre la rebelión y la mansedumbre. Cinta necesaria porque solemos olvidar de dónde venimos, solemos ignorar cuán difícil y doloroso ha sido lograr unos derechos civiles que creemos naturales e irrevocables pero que tanta sangre, tanto desvelos, tanto sufrimiento ha sido necesario emplear para alcanzarlos. Olvidar es perder la perspectiva y correr el riesgo de caer en los mismos errores. Todo podría perderse como lágrimas en la lluvia.

Se ha optado por un enfoque afín al universo de Charles Dickens, es decir, se cargan las tintas sobre el drama, las fatigas, el doloroso camino de espinas, bordeando el folletín descarnado y enfatizando los recovecos más sombríos e ingratos del relato. Quizás semejante tremendismo desalentador haya sido real, pero en la ficción resulta algo sobrecargado y monocorde, falto de matices, demasiado monolítico y pétreo. Funciona, sí, pero pierde algo de capacidad de convicción por su falta de tonalidades, por su ensimismamiento fatalista y sin apenas resquicios para la esperanza en el ser humano y su talento para la regeneración y el cambio. Sin embargo, hay una habilidosa combinación de personajes reales y ficticios, de historias entrelazadas que reflejan el callejón sin salida en que se encuentran sus atribuladas protagonistas.

Es de justicia destacar el primoroso acabado de la cinta, desde su férreo guión, la envolvente música (del talentoso Alexandre Desplat, que cuando acierta es insuperable), de todas las actrices, pletóricas en sus respectivos cometidos (en especial, la algo ñoña e indigesta Carey Mulligan), de la ambientación y la dirección. Todo excelente y sin embargo, se queda por debajo de lo que quizás pudo ser. Eficaz y efectiva, sí, pero también tópica y simplista.
antonalva
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