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Voto de antonalva:
6
Musical. Comedia. Romance "Mamma Mia: Una y otra vez" nos lleva de viaje al verano donde comenzó todo. Desde su vida en el presente, los protagonistas de "Mamma mia!" nos cuentan los hechos acontecidos el mágico verano en el que comenzó esta historia de los tres posibles padres de Sophie. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2018
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi infancia está sazonada con canciones de ABBA, cuando nadie las tomaba en serio y su música era catalogada como Euro-Pop-Trash (basura pop europea). Apenas una década (de 1972 a 1982) les bastó para convertirse en una de las bandas más comerciales y reconocibles de los años setenta, vendiendo una cantidad ingente de discos – de hecho, supusieron para Suecia, su país de origen, la fuente de divisas más importante tras el consorcio VOLVO. Pero con su disolución pasaron al ostracismo más absoluto y al ninguneo obcecado por parte de los sesudos críticos, que no vieron en ellos más que una vacua maquinaria de generar ventas millonarias sin ningún interés artístico o relevancia cultural. Una música destinada al consumo indocto de las masas, a la escucha fugaz y al olvido inmediato… Hasta que en 1994 la inclusión de algunos de sus temas en las bandas sonoras de “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto” y “La boda de Muriel”, les hizo recobrar el favor inmediato del público y obtener, al fin, el perdón condescendiente de la crítica, que percibieron por primera sus méritos.

Es decir, la música de ABBA despierta en mí una nostalgia indisimulada ya que me retrotrae a mi niñez y años mozos, por lo que sus armoniosas melodías me evocan la añoranza de los lustros transcurridos, cuando todo mi mundo se limitaba al titilante frescor de unas lentejuelas y plataformas chillonas y desfasadas. Pero esta obnubilación de la memoria no hace que ahora sea incapaz de ver que estamos ante una chirriante e innecesaria secuela, diseñada con el único objetivo de recaudar dinero con la excusa de expoliar algunas briosas tonadillas engarzadas en una trama carente de (casi) cualquier interés cinematográfico.

Sin embargo, no cabe duda que el producto se deja ver con fluidez y encanto, ya que hilvana muy bien unas baladas pegadizas dentro de un relato que tiene la melancolía por la pérdida y la reivindicación de la maternidad como ejes fundamentales. Esto se debe al habilidoso guión, cuya estructura ha corrido a cargo de Richard Curtis, quien ha sabido reutilizar la carcasa de “El Padrino 2” – perdón por mencionar esta Obra Maestra. A saber: nos ofrece la juventud del personaje principal de la primera parte combinado con los efectos que dejó tras de sí con su desaparición, con destreza, garra y buenas coreografías. Y poco más.

Y también ha llegado el momento de que alguien le diga a Cher que se ha convertido en un patético teleñeco embalsamado – o que si quiere presentarse al casting de momia de Lenin aún le quedan algunas operaciones de cirugía plástica antes de que le den el papel.
antonalva
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