Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
7
7,2
15.349
Animación. Drama Jiro Horikoshi, que sueña con volar y diseñar hermosos aviones, se inspira en el famoso diseñador aeronáutico italiano Caproni. Corto de vista desde niño y por ello incapaz de volar, se une a la división aeronáutica de una compañía de ingeniería en 1927. Su genio pronto es reconocido y se convierte en uno de los más prestigiosos diseñadores aeronáuticos. Film biográfico que recrea hechos históricos que marcaron su vida, como el ... [+]
27 de abril de 2014
16 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay cierta esquizofrenia en esta primorosa película animada que recorre – de forma muy libre y novelada – los años más fructíferos de un ingeniero aeronáutico japonés, Jiro Horikoshi (1903-1982), durante los aciagos y funestos años del Imperio del Sol Naciente. Por una parte refleja la fascinación por la aviación y una admiración casi ilimitada por la devastadora ingeniería de la Alemania de aquella época, donde la tecnología fue saqueada y pervertida para crear y mejorar mortíferas armas de guerra que sembraron de devastación y desgracia aquellos años, sojuzgados y corrompidos por aniquiladoras ideologías de supremacía y exterminio. Y por otra parte nos regala el amor entre dos seres puros.

El contexto histórico es perturbador y crea cierto malestar al comprobar, una vez más, cómo el conocimiento y la sabiduría – dependiendo de en qué manos caiga y qué propósitos alberguen los políticos de turno – pueden causar mucho daño y extender desiertos de desolación. Pero este marco apenas abarca la riqueza del relato, ya que junto a ese homenaje al imperecedero sueño de volar está la hermosísima historia de amor entre el protagonista y su tuberculosa novia, un amor que surge asociada al viento y deja un imborrable recuerdo que eleva la película hasta hacerla, literalmente, volar. La belleza y la inspiración parece que sólo son posibles y adquieren todo su sentido cuando surgen y florecen desde un auténtico y perdurable sentimiento de fusión amorosa. Lo demás es prescindible y está abocado al olvido.

Dicen que esta cinta puede ser el testamento cinematográfico del veterano Hayao Miyazaki (nacido en Tokio en 1941) – ojalá que no lo sea – pero si así fuera, no dejaría de representar una cierta justicia poética (quizás buscada), ya que su fascinación por volar (en particular) y las alturas ventosas (en general), recorren sus más de veinte largometrajes durante las cuatro décadas que abarca su filmografía. Su espléndido mundo de fantasía ofrece un caudal de imágenes y personajes imposibles de olvidar y que forman parte de lo mejor del cine de animación. Y aquí encontramos un hermoso compendio o antología de algunos de sus temas favoritos.

Como si de una epopeya épica de Sir David Lean se tratase, asistimos al íntimo devenir de unos fulgurantes enamorados mientras a su alrededor el mundo enloquece y se colapsa. Muy bella, serena y luminosa, ofrece tantísimo talento e inspiración que siembra en el espectador un nostálgico e indeleble agradecimiento.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow