Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
6
Comedia. Drama Narra la historia real de Florence Foster Jenkins, una mujer que, al heredar la fortuna de su padre, pudo cumplir su sueño de estudiar para ser soprano. El problema era que carecía de talento, pero la gente acudía a sus recitales para comprobar si de verdad era tan mala cantante como decían los críticos. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2016
48 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
La protagonista pareciera un personaje ficticio por lo extravagante y estrafalario de su periplo. Pero existió de verdad. Florence Foster Jenkins (1868-1944) fue una mundana dama de la alta sociedad norteamericana, tan carente de talento musical como obstinada en su empeño por mostrar sus inexistentes aptitudes interpretativas en público, tan celebrada por su voz imaginaria como por su grotesco vestuario de prima dona de caricatura. En 1909, se casó en segundas nupcias con St. Clair Bayfield (1875-1967), un curioso actor de origen británico de mínimo lustre y que acabó siendo su manager y promotor, tan peculiar como atípico, por lo que no es de extrañar que sus excéntricas vidas y matrimonio hayan acabado pasto del cine. De ilusión también se vive y en ello fueron paradigmáticos. Ser memorable no es sólo cuestión de calidades o cualidades, sino de la contradicción que surge entre la realidad inapelable y la ficción cegadora que se habita.

La cinta se antoja – a primera vista – superficial y anecdótica, pero sirve de acendrado botón de muestra y prototipo instructivo de la sociedad del espectáculo en que vivimos inmersos desde hace ya décadas. Dejar una huella indeleble no es una exclusiva del mérito, sino del afán avasallador por significarse y obtener el aplauso de un público que no busca ni habilidades ni pedigrí, sino sólo un entretenimiento pintoresco al que asistir como experiencia estrambótica, por infecundo, risible o vacuo que sea dicho anhelo. No hay mejor ciego que el que no quiere ver. O como dijo Woody Allen, “El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que requiere de un especialista avezado para verificar la diferencia.”

Tras el inocente ropaje de una biografía fachosa se esconde agazapado un retrato fértil y minucioso de las miserias implícitas del afán de lucimiento que nos anega. Sobre todo gracias a la elegancia cálida y amorosa de una puesta en escena que busca más el retrato psicológico que no la expoliación satírica descarnada de un suceso que se presta a ello. Y por las muy atinadas interpretaciones de sus dos estrellas que saben dotar de humanidad, matices y empaque a sus ridículos personajes. La intensa y veraz química que despliegan convierte en interesante y verosímil la bufonada patética que encarnan con entrega y pasión.

La anécdota deviene así en un relato ejemplarizante que no rehúye los claroscuros ni embellece las sandeces que refleja. Y como buena cinta británica nos ofrece una crónica llena de empatía hacia las personas que retrata y que resulta cautivadora.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow