Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
6
Terror Inspirada en una historia real sucedida en el madrileño barrio de Vallecas en los años 90. Tras hacer una ouija con unas amigas, una adolescente es asediada por aterradoras presencias sobrenaturales que amenazan con hacer daño a toda su familia. (FILMAFFINITY)
27 de agosto de 2017
68 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de terror es un género azaroso, saturado de convenciones y clichés que pueden hacer las delicias de los amantes del sobresalto y el horror, pero que, al mismo tiempo, lo condenan a ser la mayoría de las veces un catálogo de tópicos previsibles que lo empobrecen y agostan al limitar su alcance y originalidad. Bien está que se sepan utilizar con destreza e ingenio los lugares comunes esperables, pero se corre el peligro de convertir la cinta en un cansino artefacto bien ensamblado pero vacuo, plagado de charcutería y fuegos de artificio pero ayuno de profundidad o interés.

En esta ocasión el director y coguionista Paco Plaza rescata un hecho verídico y lo convierte en un sugestivo relato sobre la soledad de una adolescente vallecana obsesionada con el ocultismo de quiosco y los interminables fascículos rocambolescos que excitaron la fantasía calenturienta y púber de nuestro pasado inmediato. Si bien no consigue sortear alguna de las engañifas más fraudulentas y estomagantes (como esa innecesaria monja grandilocuente, ciega y alucinada que parece salida de una película deplorable y de baratija), es cierto que sabe urdir con habilidad una historia perturbadora e inquietante, que si bien promete más de lo que ofrece, nos complace por su atrevimiento y desparpajo.

Su mayor acierto es la reconstrucción de una época tan reciente como obsoleta, tan insensata como reconocible, tan turbia como disparatada, tan rancia como castiza y que nos hace sonreír con amargura al vernos reflejados en esos desconchados cutres y en esa cháchara quimérica e iluminada de pacotilla. Recrear aquella caverna nigromante sin telefonía móvil ni Internet, donde cualquier mentira podía venderse por fascículos en cualquier esquina resulta entrañable y regocijante. Ahora los embustes más insensatos y pueriles salen ennoblecidos en las pantallas de cualquier dispositivo con solo dar a una tecla. Pobres de nosotros, es para echarse a temblar o llorar… pero seguro que se puede ir a peor.

También merece destacarse la asfixiante, quebradiza y opaca atmósfera que lo envuelve todo en una neblina ponzoñosa, atestada de peligros y temores, donde la ausencia de unos padres (por trabajo o defunción) pesa como una losa opresiva y acorchada que engulle los gritos de socorro de la protagonista hasta volverlos inaudibles. La soledad es una cárcel sin escapatoria aparente. Contar con un reparto cómplice y eficaz añade lustre y vigor, dotando de vida a lo que podrían haber sido meras marionetas. En conjunto, un relato gótico con gotas de ironía y salpicado de sangre. Apetitoso.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow