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Voto de antonalva:
8
Animación. Drama Relato autobiográfico de Ryszard Kapuściński, que narra los últimos días de Angola como colonia portuguesa en 1975, y las terribles consecuencias de esta descolonización: una guerra civil que asoló la región hasta hace muy poco. Coproducción polaco-española, en formato de docudrama de animación para adultos. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2018
43 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las vivencias del periodista polaco Ryszard Kapuściński (1932-2007) da para un sinfín de películas, a cuál más brutal, dolorosa y atroz. Por ello es perfecta como punto de partida para bucear en una de las más largas y cruentas guerras fratricidas del siglo XX: la guerra civil que asoló de 1975 a 2002 a la excolonia portuguesa de Angola – y que prolongaba y multiplicaba lo que había sido su particular Guerra de Independencia (que se había dilatado durante casi tres feroces lustros) – con la intervención, entre otros muchos, de componentes cubanos, zaireños, sudafricanos, norteamericanos y soviéticos. La matanza – una de las múltiples manifestaciones de la infausta Guerra Fría que protagonizaron los dos bloques rivales en que se dividió el mundo tras el fin de la II Guerra Mundial – pasó tan inadvertida como casi todo lo que acontece en el continente africano, tan oscuro e impenetrable como su pasado y su futuro: desangrarse por unos ideales tan de prestado como equivocados, peones accesorios de un tablero repleto de comparsas y carente de interés para cualquiera que tuviera un ápice de decencia o de ecuanimidad.

Lo más lamentable es que Angola es un extenso territorio de casi 1.250.000 km² que posee abundantes y ricos yacimientos minerales y petrolíferos, aunque a pesar de ello, el nivel de vida de la mayor parte de los angoleños es muy bajo y, tantos sus índices de mortandad infantil como de expectativa de vida están, aún hoy, entre los peores del mundo, quedando la mayor parte de la riqueza nacional en manos de un porcentaje ínfimo de sus habitantes. Nada nuevo bajo el sol, pero especialmente doloroso cuando tanta lucha y tanta muerte pretendía instaurar un régimen marxista de justicia, igualdad y africanidad que les diferenciase de otras excolonias europeas. Este es el marco que refleja el relato que nos ocupa, los meses anteriores y posteriores a la ansiada independencia que se materializó en noviembre de 1975. Carnicería y desolación. Confusión y arbitrariedad.

Estamos ante una película que combina dibujos animados (para adultos) con imágenes reales, con entrevistas actuales a algunos de los protagonistas de aquel entonces, con fotografías de aquella infausta época y con textos del propio Kapuściński sacados de su crónica periodística de aquellos aciagos días y publicada en forma de libro en 1976. Sobrecoge comprobar que se haya derramado tanta sangre para alcanzar tan poco, tan penoso y tan ajado. Los humanos estamos agotados por la costumbre de tropezar una y otra vez sobre la misma piedra, sin aprender nada, sin comprender nada, sin enmendar nada. Somos animales de costumbres ancestrales, repetitivas e inquebrantables.

Destaca la inusitada agilidad del relato, desengañado y sin moralejas. Un aldabonazo inmisericorde.
antonalva
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