Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
6
Drama. Romance Ambientada antes de la II Guerra Mundial (1939-1945), muestra la vida cotidiana de una humilde familia que vive en Tokio. La historia comienza cuando Takeshi encuentra una colección de diarios que escribió su difunta tía Taki Nunomiya. A través de esos íntimos escritos, tanto la joven Takeshi como el espectador van conociendo la realidad que vivió la familia antes de que estallase la guerra. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2015
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace años que sigo con sumo interés las películas del veterano cineasta japonés Yôji Yamada, nacido en septiembre de 1931 y en activo desde 1961. Su anterior película estrenada en España fue la excelente – aunque pasase casi desapercibida – “Una familia de Tokio”, hermosa recreación de una clásica cinta de Ozu. Pero esta vez ha errado el tiro y nos presenta un manido relato de amores contrariados, disimulados, malversados y malvividos en el Japón de 1935 a 1945. Todo resulta falso e impostado: la recreación de época es de cartón piedra, demasiado luminosa y colorista para el momento histórico que retrata. Los vericuetos de la trama – muy japonesa en el disimulo de los sentimientos y en el pudor de la mirada – nos llega desvaída y marchita.

El exiguo lance se alarga durante más de dos largas y fatigadas horas hasta desembocar en un atisbo de emoción y catarsis que luego se prolonga durante una coda demasiado premiosa que no saber concluir ni rematar con sencillez o rotundidad lo que ha planteado. Mucho viaje para tan poca alforja. Quizás el mayor problema sea uno de ensamblaje y cohesión. Cada escena por sí misma y de forma aislada funciona, está bien rodada y resulta encantadora y primorosa en su estudiada frialdad, contención y mesura. Pero el conjunto no avanza, parece del todo inerte y acaba fatigando, al encadenar escena tras escena, sin apenas variación ni progresión, sin sembrar en el espectador ni una brizna de inquietud, turbación o interés en los pormenores y meandros que retrata.

Pero tanta sencillez, discreción, repetición y primor en vez de sumar, restan interés y agotan al espectador por un exceso de suavidad y dulzor. Demasiado merengue, por bueno que sea, empacha. Porque aquí parece que tanto cuidado, esmero, exquisitez, mimo y delicadeza no llevan a ninguna parte y uno se queda por siempre esperando alguna sorpresa o algún abrupto sobresalto o alguna ruptura atroz… pero todo es previsible, cansino, premioso. Y los saltos en el tiempo no producen nostalgia o ensoñación, sino más bien incredulidad y cansancio, porque no hay cambios de textura ni de matiz y todo se acumula, desordenado y desatinado, en un desván apolillado.

Sí, las dos actrices protagonistas están muy bien. Y hay algún hermoso momento de belleza y poesía, pero el balance final es el de una exhausta decepción, tanto metraje, tanta espera, tanta demora… para bien poco.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow