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Voto de antonalva:
9
Ciencia ficción. Drama Cuando naves extraterrestres comienzan a llegar a la Tierra, los altos mandos militares piden ayuda a una experta lingüista (Amy Adams) para intentar averiguar si los alienígenas vienen en son de paz o suponen una amenaza. Poco a poco la mujer intentará aprender a comunicarse con los extraños invasores, poseedores de un lenguaje propio, para dar con la verdadera y misteriosa razón de la visita extraterrestre... Adaptación del relato ... [+]
20 de noviembre de 2016
78 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película hipnótica y deslumbrante, que narra de forma diáfana y precisa unas ideas, a priori, abstractas y arcanas. Pocas veces la ciencia ficción ha logrado combinar de forma tan brillante y pura erudición y entretenimiento, profundidad y fantasía. A primera vista asistimos a una invasión alienígena, llena de interrogantes y temores, pero en verdad nos propone una reflexión sobre el lenguaje y la comunicación, de cómo nuestra visión y representación del mundo depende de los conceptos que utilicemos para expresarnos y darle contenido. La palabra y la sintaxis como forjadoras de nuestra realidad, como vehículos que nos permiten ordenar el mundo, expresarnos, comprender y comprendernos.

Estamos ante una elucubración sobre los límites, dificultades y trampas del contacto. Para poder comunicarnos, tenemos que compartir o aceptar unos códigos, unos principios, una conciencia que nos permitan entender de qué nos hablan y poder así responder de forma adecuada – y viceversa. Olvidamos que nuestra visión del mundo no tiene que coincidir con la visión del mundo que tienen los demás, los otros que nos son extraños, aunque creamos que siempre tiene que así y achacamos la falta de entendimiento a la mala fe, a la ignorancia o las ganas de disputar la posesión de la verdad (de nuestra verdad, claro está).

Creer que la película es compleja o ardua es tenerle un miedo injustificado y asustarse por los motivos equivocados. Es rica en temas pero los aborda con claridad y concisión, sin vaguedades ni artimañas. Juega con la percepción del tiempo, con la ilusión y la fantasía, pero sin dar de lado al espectador, sin tratar de estafarle, sin dejar que nos perdamos en ningún momento. Nos plantea un misterio, unas preguntas, un jeroglífico que vamos descifrando y resolviendo al mismo ritmo que sus protagonistas. Entrar en su propuesta es soltar el control y dejarse cautivar, es permitir que nos hablen de lo que desconocemos para volvernos más perceptivos, para ampliar nuestro conocimiento y profundizar nuestra comprensión de las cosas y de sus significados. Admitir ser ilustrados, sorprendidos y prendados es abrirse a la vida y a sus múltiples sugerencias. Acoger la invitación es adentrarse en un terreno fértil.

Quizás el optimismo del desenlace sea algo ingenuo e idealista, pero en la medida en que la esperanza es nuestro motor congénito, resulta del todo coherente en el contexto de la narración y está justificado. Pero la fundamental virtud de esta obra es su capacidad de encandilar y conmover desde la templanza y austeridad. Los efectos especiales no son lo importante, sino las emociones que provocan. Una bellísima fábula futurista que nos ilumina nuestro presente inmediato. Apasionante.
antonalva
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