Las criaturitas son para darles de comer aparte. La cinta es extrañamente interesante. La ambientación retro es interesante y, pese a que la historia te la hueles, no está mal contada. Peca un poco de reiterativa y se hace algo aburrida en la parte central porque se estanca mostrando demasiadas veces la misma idea sin avanzar. Demasiados flashbacks del personaje del policía exasperan un poco pero, pese a estos defectos según mi modesta opinión, es una de esas pelis que poseen su propio encanto. Creo que gustará mucho más al aficionado al cine de terror-psicológico aunque ya avanzo que de miedo nada. Más bien intriguilla que dura poco y, curiosidad por ver como rematan la faena. Al que no le vaya este tipo de cine demasiado, dudo que le resulte de esas que recuerde dos semanas después pero, a algunos como a mí, sin dejar una huella de clásico pa acordarse, seguro que como curiosidad del 2011 sí le siga sonando años después. No será seguro una referencia de culto para nadie pero, sí es un intento de volver a estas historias de misterio psico-médico-experimental que crea monstruos que se acaban haciendo un huequillo en la galería del frikismo. Quitando ese trocillo intermedio que mencionaba y que, es pelín ladrillo, el resto va avanzando con cierta gracia. Lo mejor sin duda, las escenas finales y el "decorado" que se presenta con personajes incluidos. Sin duda me quedo con la estética: por encima de cualquier otro aspecto. Si os gusta este tipo de cine, os animo a verla. Si no, tampoco os resultará insoportable.