Pese a que podría hacernos creer que es una película de robos de bancos, a mi entender eso es una excusa como otra cualquiera para presentarnos a un ramillete de personajes que, se cruzan por una serie de circunstancias.
El robo, no sólo por inverosímil sino por francamente ridículo, es un hilo conductor. Los verdaderos valores de la cinta son los personajes.
Se une la veteranía de Caan con el soporte de Reeves y Farmiga para resultar ser una comedia y un medio drama sobre personas desgraciadas, con vidas miserables que, llegado un momento particular, aprovechan la oportunidad para tratar de vivir de verdad.
Cierto es que, nadie se cree ni media palabra de cómo supuestamente lo logran. Hay diálogos y situaciones entre la inocencia de Reeves y la astucia y veteranía de perro viejo de Caan que, resultan realmente graciosos.
También hay escenas (al comienzo de la historia) en la que la pardillez de Reeves no sólo resulta increíble sino que, te pone un poco nerviosa por hacer tan presente el dicho de: "Es que fulano de puro bueno, es tonto..." Pero bueno, supongo que, igual que hay gente con una maldad que rebasa la imaginación más perversa...también hay gente así de simplona y mustia. Con tan poca autoestima y tan poco interés por que su vida merezca la pena que, deja que se le escape mientras el resto toma sus oportunidades y, de paso, si es necesario, se los lleva por delante (en el sentido figurado de la expresión).
El caso es que es entretenida. La trama secundaria del teatro es maja y, en general, está bastante bien.
Las pegas he de ponérselas a la vaguedad con la que se desarrolla el tema: robo. Vale que sea una excusa para que aflore la relación de los protagonistas principales pero...¡¡se lo podían haber currado un poco más!!