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España España · Las Rozas
Voto de EVA:
5
Terror. Ciencia ficción La especialista en ADN Elizabeth Barnes (Tiffany Shephis) es contratada para el grupo que patrocina el Dr. Walton (Ed Lauter) en busca de una milagrosa regeneración del tejido humano. Su llegada no está muy bien vista por la Dra. Victoria Travelle (Patti Tindall), sobre todo cuando le dan carta blanca al desarrollo la teoría de Elizabeth. Adaptación moderna de la novela de Mary Shelley, "Frankenstein". (FILMAFFINITY)
2 de junio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que podía haber explorado mejor lo reduce a un simplismo pueril. Y me refiero al "entrenamiento" del pobre hombre... Eso es casi lo peor, porque en primer lugar sitúo al empecinamiento que existe en sacar la sangre y las vísceras de paseo. Hay escenas francamente desagradables que la colocan más en la línea de pelis de "zombies". Y vale que técnicamente se trata de resucitar a sujetos de experimentación ilegal pero, una cosa son las pelis estrictamente de zombies y, otra este sub género de médicos que juegan a ser dioses y, que se inició años ha, en concreto con la saga Re-Animator. Esto es eso pero sin coña. El problema es que no profundiza en nada: ni personajes ni, trama ni, planteamientos teológico-filosóficos ni, en nada... Se ve fácil pero, también es algo espesita por culpa de su falta de empaque. El personaje mafioso que vigila a los indecentes "médicos" que, no se arrepienten hasta que temen por sus vidas, es sin duda lo más patético de la película. No tiene "credibilidad" alguna el gurú millonario que orquesta el experimento. Parece un malo malísimo de cómic, tipo Lex Luthor. Sin duda se llevan a cabo experimentos inmorales e ilegales en aras del supuesto avance de la humanidad y, de que el fin justifica los medios pero, obviamente, éstos se llevan a cabo de una manera menos teatral, también de manera encubierta y, nunca traspasando estos límites que aquí se muestran. Esto sin duda es una exageración pero...se les ha ido la mano y, ahí está su mayor defecto... si hubieran sido menos ambiciosos visual y argumentalmente, habrían conseguido de verdad sembrar auténtico miedo y angustia hacia este fenómeno de la experimentación que, creo que en la realidad que hemos podido ya descubrir (y será la punta del iceberg) ya es, de por sí, suficientemente inquietante.
EVA
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