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Israel Israel · santiago
Voto de korzowei:
9
Comedia. Intriga. Fantástico Historia de un escritor de discursos (Soderbergh) casado y harto de su trabajo y de su matrimonio. Un dentista (Soderbergh) mantiene una aventura con la mujer del escritor. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y Soderberg contra el cine. El anticine. Evidentemente si descubres que existe una pelicula llamada schizopolis, basada en “rumores, mentiras y sueños a medio recordar”, vas a tener que verla. Eso le debió pasar al bueno de Stephen. Un día se levantó de la cama y se vió con la necesidad de hacer una película llamada Schizopolis. Contra todo. Contra la narrativa. Contra la lógica. Contra el raciocinio (el invento del “Eventualismo” es una de las formas más punzantes de dejar en bragas a cualquier gurú trascendentalista). La absurdidad vital, social y política como gobierno de la realidad.

Estamos hablando de uno de los antifilmes más punzantes que deben existir. Esto no es surrealismo. Es anti-realismo. E hiper-realismo. No es tan simple como reducirlo a “crítica social” (aunque se advierten bastantes trazas de anticapitalismo tanto en los descacharrantes noticiarios insertados aleatoriamente a lo largo del metraje como en la renuncia y “sell out” a mitad de película de uno de los personajes más estúpidos que hemos visto en el cine, el fumigador de plagas y su ridícula y fascinante “nomenklatura”).
Es antisocial. No misántropa, pues Soderberg observa al humano como un ser tan frágil e insignificante que a penas puede mostrar otra cosa que no sea un humor cínico y casi lastimero. No puede menos que sentir compasión por personajes tan fuera de onda como “Nameless Numberhead Man”.

Es algo así como el reverso tenebroso de “Lost in Translation” o “Fight Club”, porque trata sobre la incomunicación y sobre la frustración de lo que supone ser uno mismo y no poder cambiar esa condición. Pero donde una recurre al sentimentalismo mágico y otra al nihilismo terrorista, aquí solo nos queda una especie de “antropología gonzo”, donde el cirujano Soderberg descuartiza lo que suponen las relaciones humanas más vacuas (laborales, médicas, maritales, sexuales, etc.) y nos lleva a pensar que la comunicación entre nosotros es más una forma de acabar matándonos más que la característica más humana que poseemos.

Aunque esto es lo que yo interpreté. Al igual es que no entendí nada. Y ya saben, si no entendieron nada, es vuestra culpa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
korzowei
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