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Voto de Quatermain80:
7
Intriga. Drama. Cine negro Un solitario día de invierno, la policía halla un cadáver en Hampstead Heath. Se trata de una joven y bella muchacha que ha sido apuñalada en el corazón. La única pista es un pañuelo teñido de sangre con la inicial "S". Su vestido, medias de lana y zapatillas planas corresponden al típico atuendo estudiantil. La investigación se pone en manos del superintendente Hazard y del detective inspector Learoyd. (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2012
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy interesante aproximación al tema del racismo desde el género policiaco, esta película merece más reconocimiento del que actualmente tiene, ya que su tratamiento del tema resulta agudo, carente de maniqueismos y muy realista.

A través de la investigación policial del asesinato de una joven estudiante, el filme empieza a hurgar en los secretos de la víctima y en las sospechosas actitudes de su entorno; pronto nos percatamos de que la policía -encabezada por el serio y ecuánime superintendente Hazard- se ve obligada a traspasar numerosos velos de hipocresía, reserva y desconfianza, que nos son presentados como el lado oscuro de una sociedad británica aparentemente ordenada y tolerante, pero que en realidad vive presa de numerosos prejuicios y siempre pendiente de las apariencias. Aunque en el presente caso es el racismo hacia las personas de color el tema acerca del cual se nos muestran tales actitudes, la película evita el trazo grueso y fácil, mostrando también similares sentimientos en el colectivo de color, revelando hasta qué punto pueden contagiarse los "perseguidos" de las nefastas opiniones de los "perseguidores".

De forma paralela, la película desarrolla una más clásica -pero no menos lograda- intriga policial, en la que las investigaciones de la policía sugieren constantemente posibles culpables, al tiempo que permiten profundizar en los distintos personajes, reconstruyendo así el complejo mundo en el que vivía -de forma verdaderamente dual- la víctima.

A los mencionados aciertos argumentales, que cabe agradecer a un notable guión, se añaden virtudes formales muy apreciables, comenzando por la fotografía, que hace un buen uso del color y de la luz, especialmente en las secuencias nocturnas (con algún plano de hermoso expresionismo), y que casa perfectamente con la excelente ambientación (sobre todo de los garitos de baile y de algunas viviendas de alquiler). La realización, siempre correcta, muy pendiente de los personajes (de sus rostros, gestos y actitudes), se permite cierto lucimiento en una atractiva secuencia de persecución nocturna, que es al tiempo ágil y dramática, además de estar magníficamente iluminada. Las interpretaciones son todas eficaces y correctas, especialmente en el caso de los miembros de la familia Harris, que siempre sugieren inquietud y desconfianza, y las de los secundarios, sobre todo los de color.

Por todo ello, una película que se disfruta y se reflexiona, y cuyo tramo final deja un poso escéptico y algo desolador, pues en el fondo, uno no puede evitar pensar que lo que mató a Sapphire fue su propio afán por cubrir las apariencias ("sus apariencias"), y que esa misma actitud, aunque en un sentido contrario y fatal, es la que impulsa su asesinato.
Quatermain80
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