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Voto de Quatermain80:
7
Western El inmigrante sueco, Sven Hansen, es asesinado por negarse a vender su granja al gamonal Ed McNeil (Sebastian Cabot), un ser ambicioso dispuesto a apoderarse de esta y demás tierras aledañas... porque ha descubierto que tienen petróleo. Los granjeros se sienten intimidados e incapaces de enfrentar al temible asesino,Johnny Crale (Nedrick Young), quien sirve a McNeil, pero entonces llegará el hijo de Hansen, Georg (Sterling Hayden), un ... [+]
2 de diciembre de 2012
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pequeña pero admirable -juicio que podríamos extender a gran parte de la filmografía de Joseph H. Lewis-, esta película de serie B, último largo del mencionado director, es un peculiar western de ambiente sombrío, casi negro, en el que como es habitual, destaca la poderosa puesta en escena y el talento visual que caracterizaban a Lewis.

Aunque la base argumental carece de originalidad, lo interesante es que tanto las imágenes como el tono del guión -a cargo de Trumbo, oculto aquí tras uno de sus habituales "alias", Ben Perry- transmiten una constante sensación de desasosiego; tal sensación viene sugerida formalmente por las secuencias un punto opresivas, filmadas en espacios cerrados, en las que la tensión que se establece entre los personajes cobra así una realidad física, plenamente visual. Esta es una de las características clásicas de las películas de Lewis, que sabía emplear en su favor las carencias materiales de sus filmes, cuyos presupuestos daban para pocas alegrías, pero sin duda agudizaban el ingenio. El guión aporta algunos personajes bien trabajados, destacando la dignidad que confiere a las actitudes de quienes llegado el momento decisivo, muestran el valor necesario para vencer su miedo (el caso del mexicano Mirada). Y el miedo, más que un concepto abstracto, aparece aquí magníficamente encarnado por un pistolero manco crepuscular, al que el guión y la interpretación soberbia de Young (otro integrante de las listas negras), aportan ricos matices, presentándolo bajo el peso de quien se sabe al final de una vida de maldad basada en el terror que infunde en los demás. Precisamente por eso, sabe que su final está próximo cuando constata que hay quien ya no teme la muerte que él representa, y que es su forma de vida.

Estructurada en torno a un largo flashback, al más puro estilo del cine negro tan caro a su realizador, la película cuenta también con una excelente fotografía, otro de los puntos fuertes en muchas películas de Lewis, y con una buena labor del reparto, desde Hayden (personaje curioso, que contrasta profundamente con el entorno) hasta Carol Kelly, que cuaja una gran actuación como la desesperada amante del asesino. Pese a algunos defectos, en parte inspirados por las carencias materiales y en parte por cierta repetición de argumentos y situaciones (tal vez para estirar un poco el metraje de la película, con todo bastante corto), cabe reseñar la satisfacción que produce comprobar que en su última película Lewis seguía fiel a su praxis habitual: menos es más.
Quatermain80
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