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Voto de Quatermain80:
6
Drama. Cine negro Andrés Martín (Adolfo Marsillach) es un inspector de policía que hace el servicio nocturno desde un coche patrulla que atiende las llamadas de urgencia al 091. En una noche de patrulla atienden todo tipo de asuntos: desapariciones, peleas, ladrones de poca monta, accidentes, atracos, urgencias... pero a él una idea le obsesiona continuamente: localizar al coche y al conductor responsables de la muerte de su hija, atropellada por un coche negro que se dio a la fuga. [+]
10 de agosto de 2012
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva incursión de Forqué en las temáticas policiacas siguiendo la inercia de la inmediatamente anterior "De espaldas a la puerta", si bien en este caso el modelo de referencia es el "police procedural" americano, más que el suspense clásico.

El mismo prólogo nos anticipa ya el posterior desarrollo de los acontecimientos; de un lado, una tragedia inicial que afecta al protagonista, el inspector Martín, hasta el punto de amenazar con destruir su matrimonio y a él mismo, consumido por el deseo de venganza. Por otra parte, la rutina nocturna de los coches patrulla de la policía, enfrentados a casos de la más diversa índole. Así, aunque ambas líneas argumentales acaben por confluir (de manera un tanto rebuscada), la narración es inevitablemente episódica, lo que lastra un tanto el resultado final.

La suma de historias que se nos propone, y cuyo único nexo de unión es la intervención en las mismas del coche patrulla Z-10, a cargo del mencionado inspector, alterna el drama con el humor, mostrándonos unas veces las andanzas de unos simpáticos ladrones, y otras, atracos, accidentes, intentos de violación, etc. Así, la ronda de los agentes traza un curioso retrato del Madrid nocturno, revelando su cara oculta y menos decorosa, si bien hoy algunas de las situaciones consideradas embarazosas no lo serían tanto. De todas estas historias la mejor es la de los dos ladronzuelos, soberbiamente encarnados por Tony Leblanc y Manolo Gómez Bur, que resulta muy cómica, en la línea de la clásica picaresca española. El cierre de la película es el único momento de pura acción de la misma, bien localizado en el aeropuerto, y enlaza con el drama iniciado en el prólogo, otorgándole una conclusión un tanto forzada, aunque del todo esperable por parte del espectador.

La realización es correcta, del mismo modo que la fotografía, a cargo de Mariné; sin embargo el guión (cuyos mejores momentos son los cómicos, claramente superiores a los dramáticos), es víctima de esa suma de historias tan dispares, que más allá de lo afortunadas o pertinentes que resulten por si solas, distraen del drama inicial, que luego es retomado un tanto apresuradamente. El reparto es extenso y fantástico, contando con varios de los mejores intérpretes del cine español, lo que garantiza la credibilidad de sus personajes, y la música -con la salvedad de un fragmento flamenco- sigue el estilo estadounidense, recurriendo al jazz.

Por tanto, una entretenida película que tal vez hubiera podido aspirar a más, pero que en todo caso resulta correcta e interesante.
Quatermain80
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