Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Quatermain80:
8
Drama. Bélico. Aventuras Durante las Guerras Púnicas, la pequeña Cabiria y su nodriza son raptadas durante la confusión causada por la erupción del Etna. Cabiria es vendida en Cartago para ser sacrificada en el templo de Moloch. Fulvio Axilla, un espía romano, y su esclavo Maciste la rescatan y queda al cuidado de la reina Sophonisba. Diez años después, después de la guerra y la caída de Cartago, Cabiria vuelve con Fulvio. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2010
24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante superproducción italiana, que apabulla por la riqueza y grandiosidad de sus decorados, sus innumerables extras y sus vistosos y originales efectos y trucajes, muchos de ellos debidos al genio de un español, el turolense Segundo de Chomón.

Ambientada en las guerras púnicas, e incluyendo algunos acontecimientos y personajes históricos, el argumento es propio de una película de aventuras, con sus característicos héroes (los romanos, claro está) y malvados (cartagineses, naturalmente). Destaca el personaje de Maciste, que tendrá una larga historia posterior en el cine italiano, convirtiéndose en un arquetipo que se copiará hasta la saciedad.

El mayor logro del filme estriba en la riqueza de recursos que emplea para erigirse en un gran espectáculo artístico, medios y técnicas que crearán escuela en la cinematografía mundial, especialmente al otro lado del Atlántico, donde Griffith -que tuvo la ocasión de admirar esta obra en su versión de cuatro horas- tomará buena nota, como bien puede comprobarse al visionar "El nacimiento de una nación" o sobre todo, "Intolerancia". La versión que yo he visto es la de dos horas, por lo que la continuidad narrativa deja algo que desear, pero ello no impide disfrutar de secuencias tan espectaculares como la erupción del Etna, el sacrificio de niños ante el dios Moloch (que sospecho influyó mucho en "Indiana Jones y el templo maldito" de Spielberg), y tantas otras, en las que la magnitud de los decorados y los espectaculares movimientos de extras llaman poderosamente la atención.

Por si eso fuera poco, Chomón experimentó con los movimientos de cámara, logrando aquí unos pausados travellings oblícuos, tanto de aproximación como de alejamiento, que tienen la virtud de integrar eficazmente a los personajes principales en los decorados, sin tener que recurrir al montaje de distintos planos. La luz empleada en los interiores tiene también una voluntad expresiva y dramática reseñable, avanzando así, aunque modestamente, en el camino que luego retomará y culminará el expresionismo alemán. A pesar de la publicidad otorgada a D'Annunzio, su participación se limitó a la escritura de los intertítulos, empleando en ellos su característico estilo empalagoso y grandilocuente, nada apropiado para un filme, y hurtándonos de paso los diálogos. En cuanto a Pastrone señalar que simplemente concebir esta obra -partiendo de Tito Livio, "Salambó" de Flaubert, y una novela de Salgari- y coordinar todo el trabajo que debió requerir, merece la admiración y el agradecimiento de cualquier aficionado.

Por todo lo dicho, una obra imprescindible, de honda influencia en todo el cine posterior.
Quatermain80
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow