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Voto de Quatermain80:
7
Cine negro. Drama Carlos, un joven que habita en el extrarradio de la gran ciudad, tiene ambiciones y desea cambiar de vida, aunque la base sea el delito. Por ello le sugerirá el plan de robar en las oficinas de la empresa donde él trabajaba a un amigo con contactos. El golpe puede darles mucho dinero... (FILMAFFINITY)
22 de abril de 2011
35 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acostumbrados a los característicos roles interpretados por Arturo Fernández, por lo general un Gigoló carpetovetónico más (aunque sin igualar las excelencias de Alfredo Landa), sorprende encontrar en los inicios de su carrera trabajos como el presente, en el que encarna con notable eficacia a un gángster.

Esta película, al igual que la mayoría de las pertenecientes al género negro español, está injustamente olvidada al tiempo que desdeñosamente valorada; da la impresión de que existe un consenso tácito en ignorar o minusvalorar los logros alcanzados en este género durante las décadas de los 50 y 60. Ciertamente, el filme no alcanza el nivel de obras como "Los Peces Rojos" o "A tiro limpio", pues carece de la profundidad argumental de la primera, y también de la brillantez formal de la segunda, pero es una producción eficaz, correctamente dirigida y bien interpretada, que reúne acertadamente varias de las características propias del cine negro, aportando también alguna que otra novedad.

Sus personajes responden a los arquetipos clásicos: un joven poco reflexivo y ambicioso que se deja llevar hacia el crimen; un viejo boxeador fracasado y enfermo que trata de salir a flote y salvar su matrimonio; una mujer fatal (la joven y atractiva esposa del boxeador) que maniobra en su propio interés, haciendo uso de su belleza; unos criminales profesionales acostumbrados al crimen y predispuestos a la traición. Todos ellos intervienen en un audaz robo que esperan sea el comienzo de una nueva vida, aspiración que poco a poco verán frustrada. Entre los aspectos novedosos cabe señalar que el realizador opta por una estética realista, despojada de encuadres o iluminaciones dramáticas, y que sitúa gran parte de la acción en anodinos barrios periféricos de Barcelona. Además, todo el tramo final de la película (aproximadamente unos treinta minutos) transcurre fuera del ámbito urbano, narrando la huída de los personajes antes mencionados, lo que no es tan habitual en un género al que le "cuesta" salir de la ciudad.

Con un guión correcto, que evita diálogos innecesarios ciñéndose a la acción, y una banda sonora interesante en clave de Jazz, el filme tiene sus mejores momentos en secuencias como la del robo, prácticamente desprovista de diálogos y muy bien planificada, y la del asesinato del boxeador, en la que la cámara se torna subjetiva por un momento, mostrándonos lo que ve el asesino (las fotos del boxeador en sus tiempos de éxito, rememorados por medio del sonido en off). Más discutible es el final, un tanto apresurado, aunque correctamente filmado (especialmente la secuencia de la escalera).

Otro ejemplo más de que nuestro cine da mucho más de sí de lo que habitualmente se dice o piensa, y que hay motivos para seguir investigando, en busca de películas similares.
Quatermain80
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