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Voto de Quatermain80:
7
Intriga. Thriller Un granjero decide enfrentarse a los misterios que oculta un viejo caserón, donde suceden continuamente extraños fenómenos que asombran y aterrorizan a los habitantes del lugar. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2010
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta no hace mucho tiempo, la apreciación humana de los bosques era muy distina a la actual; donde hoy vemos naturaleza pura y entornos sanos y hermosos, antaño localizábamos miedos, inquietudes y peligros de toda índole. En efecto, el temor al bosque, a su umbría, sus equívocas sendas, los seres ocultos y acechantes que lo habitan, es uno de los miedos atávicos en el ser humano, tal vez un débil y atenuado recuerdo de un tiempo pasado en el que aún éramos presas, y nuestros depredadores vivían en las selvas. Las leyendas, los cuentos y la literatura han explotado ese miedo hasta sus últimas consecuencias (véanse los cuentos clásicos como "Caperucita", "Blancanieves", "Hansel y Grettel", etc), y es lógico que el Cine haya seguido sus pasos, como ocurre en la película que nos ocupa.

En ella vemos que el objeto que aparentemente genera el miedo, la inquietud, es una casa a la que se asocian recuerdos ominosos, los cuales son, por otra parte, rápidamente intuidos por el espectador, que fácilmente anticipa el desenlace de la trama. Por tanto, el argumento y su desarrollo no son en absoluto sorprendentes, y es el recurso a la fórmula clásica del bosque antes mencionada lo que aporta casi todo su encanto al filme. Y es que si los bosques han sido fuente de temor, también han encarnado, por eso mismo, el espacio propicio para la audacia y la aventura, aspectos característicos de la rebeldía adolescente, bien reflejada en la película; como el bosque es un lugar prohibido, que alberga secretos y temores, es un lugar de enorme atractivo, un reto de madurez. Los protagonistas del filme sienten la llamada del bosque; para unos esa llamada encarna el pasado trágico que desearían olvidar pero que les persigue inexorablemente, y para otros significa una iniciación, un ejercicio de libertad y audacia.

Realizada por un clásico como Delmer Daves, la película encuentra sus puntos fuertes en las secuencias situadas en el bosque, especialmente las de ambientación nocturna, en las que el viento y la oscuridad aportan las sensaciones dramáticas requeridas (apréciese que el bosque no es tan terrible durante el día, pero que por la noche conjura todos los miedos posibles), reforzadas gracias a la acertada iluminación, casi tenebrista, y a la notable y sugestiva partitura de Rozsa. El guión, del propio Daves, no es ninguna maravilla, con algunos diálogos innecesarios, pero tampoco devalúa el resultado global, del mismo modo que no lo hacen unas interpretaciones desiguales, entre las que destaca la de Robinson, que encarna al personaje más torturado y con mayor interés.

Por tanto, un buen ejercicio de suspense que proporciona entretenimiento asegurado, y que nos trae a la memoria aquella clásica advertencia de los cuentos infantiles: "niños, nunca os adentréis sólos en el bosque tras la puesta del sol..."
Continúa en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Quatermain80
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