Entretenida adaptación de la obra homónima de Jaime Salom, que al parecer obtuvo un considerable éxito en Europa y América, esta película se enmarca en el género de la intriga policial más que en el negro, dado que su planteamiento se basa en los equívocos, sospechas y deducciones, y mucho menos en la acción o el retrato social.

Así, el pacto tenebroso que se menciona en la sinopsis, pese a su aparatosidad, no es sino el punto de partida de una intriga en la que los personajes principales, Arlette y Andrés, verán complicarse las circunstancias a su alrededor, ya sea por la aparición de un inoportuno comisario, por los chantajes de la propietaria de una tienda que servía como casa de citas para la pareja, o por el peligro que suponen unas cartas anónimas que amenazan con ciertas inconvenientes revelaciones.

El desarrollo de este argumento, y sobre todo la vuelta de tuerca final, que no revelaré, adolecen de no pocas inconsistencias y debilidades, haciendo que la trama se vuelva más tortuosa que apasionante, lo que sin embargo no impide que el espectador pase un buen rato con el filme, que logra sugerir la amoralidad de sus personajes, sobre todo en el caso de Pablo, dispuesto a todo con tal de salvar su fortuna (los otros personajes presentan más dudas, especialmente Andrés).

La realización es meramente correcta, con ambientación mayoritariamente diurna y con cierta obsesión por utilizar lluvias torrenciales, algunas con acertado efecto -como en la secuencia inicial, rodada en Gerona- pero en otras ocasiones poco atinadas (no parece conveniente filmar una tormenta en un día con un sol de justicia). La secuencia más lograda es la de la exhumación del cadáver, en la que jugando con planos y contraplanos el realizador muestra las sospechas de los personajes allí reunidos, con acertado efecto dramático. Con unas interpretaciones en general correctas, yo destacaría el trabajo de Tomás Blanco encarnando con gran solvencia a Pablo, demostrando así nuevamente sus dotes para el género, ya puestas de manifiesto en un título de referencia para el mismo como es "Apartado de Correos 1001", de Julio Salvador.

Concluyendo, una aceptable película de género, indudablemente entretenida y correcta, pero que está lejos de igualar la calidad de otras películas españolas similares, como "A hierro muere" de Mur Oti, y la magistral "Los Peces Rojos", de Nieves Conde.