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Voto de Swarley:
8
7,6
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Documental
Thierry Guetta es un francés que vive en Los Ángeles y cuya única obsesión es grabarlo todo con su cámara de vídeo. Poco a poco se va introduciendo en el mundo del arte urbano y llega a conocer a Banksy, el artista urbano más famoso de la historia. En los títulos de crédito oficiales no aparece ningún director o guionista; tan sólo "Un film de Banksy". (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si estamos atentos a las noticias, ya estén o no relacionadas con el mundo del cine, la mayoría habremos oído hablar de Banksy antes de ver este documental. Puede que ya le conocieras por esas increíbles obras de arte que ofrece al ciudadano de a pie por distintas partes del mundo, puede que por todo lo que dio de hablar la controvertida escena de los Simpsons que dirigió el propio artista, o quizá el conocimiento de su existencia te llegó poco a poco a partir de comentarios de distintas personas o por Internet como un murmullo que alcanzaba más y más fuerza. En mi caso, una mezcla de las dos ultimas es la que me ha llevado finalmente a ver "Exit Through the Gift Shop".
Se trata de un documental que pretende mostrar dos caras de una misma moneda: lo diferente que puede ser el arte para dos tipos de personas. Por un lado aquel que realmente lo ve como una forma de expresarse, el que solamente quiere mostrarlo, mandar un mensaje o quizá tener la oportunidad de conmover o hacer reflexionar a alguien. Luego está el que en todo esto ve una forma de obtener reconocimiento o incluso dinero, ya estemos hablando del que se las da de artista supermoderno o del que decide lo que es o no es arte. Porque, ¿qué es realmente el arte? Posiblemente una de las cosas más subjetivas de este mundo. Una obra que a nosotros nos pueda parecer increíble le puede parecer de lo más horrible al "crítico" de turno. La diferencia es que su opinión, para el resto del mundo, será más importante que la tuya.
Con todo esto es con lo que juega el documental. Primero nos metemos de lleno en el mundo del arte callejero gracias a la cámara del loco de Thierry Guetta, obsesionado con grabar todo detalle de su día a día. Empieza a meterse poco a poco en ese mundillo que le parece cada vez más interesante y nosotros le acompañamos en todo momento. Es entonces cuando vamos conociendo a todas esas personas que corren escondiéndose por la noche y se juegan el ser arrestados por intentar compartir algunas de sus obras con el resto del mundo. Gente que realmente le apasiona lo que hace, le dedica un esfuerzo impresionante y a la que Thierry comienza a admirar cada vez más.
Tras muchos artistas, finalmente llega Banksy, un hombre al que solo unos pocos le han visto la cara y del que públicamente no se sabe apenas nada. Es conocido por todo el interés mediático que generan sus obras y por el misterio que desprende. Thierry termina siendo un compañero para él y esto se volverá pieza clave para lo que venga después, que es justo cuando el documental cambia de tono.
Sigo sin spoilers.
Se trata de un documental que pretende mostrar dos caras de una misma moneda: lo diferente que puede ser el arte para dos tipos de personas. Por un lado aquel que realmente lo ve como una forma de expresarse, el que solamente quiere mostrarlo, mandar un mensaje o quizá tener la oportunidad de conmover o hacer reflexionar a alguien. Luego está el que en todo esto ve una forma de obtener reconocimiento o incluso dinero, ya estemos hablando del que se las da de artista supermoderno o del que decide lo que es o no es arte. Porque, ¿qué es realmente el arte? Posiblemente una de las cosas más subjetivas de este mundo. Una obra que a nosotros nos pueda parecer increíble le puede parecer de lo más horrible al "crítico" de turno. La diferencia es que su opinión, para el resto del mundo, será más importante que la tuya.
Con todo esto es con lo que juega el documental. Primero nos metemos de lleno en el mundo del arte callejero gracias a la cámara del loco de Thierry Guetta, obsesionado con grabar todo detalle de su día a día. Empieza a meterse poco a poco en ese mundillo que le parece cada vez más interesante y nosotros le acompañamos en todo momento. Es entonces cuando vamos conociendo a todas esas personas que corren escondiéndose por la noche y se juegan el ser arrestados por intentar compartir algunas de sus obras con el resto del mundo. Gente que realmente le apasiona lo que hace, le dedica un esfuerzo impresionante y a la que Thierry comienza a admirar cada vez más.
Tras muchos artistas, finalmente llega Banksy, un hombre al que solo unos pocos le han visto la cara y del que públicamente no se sabe apenas nada. Es conocido por todo el interés mediático que generan sus obras y por el misterio que desprende. Thierry termina siendo un compañero para él y esto se volverá pieza clave para lo que venga después, que es justo cuando el documental cambia de tono.
Sigo sin spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Thierry decide que quiere ser artista, quién sabe, quizá pueda llegar a ser como Banksy, por lo que decide ponerse manos a la obra con una exposición. Pero hay un problema, el tío no tiene ni idea. Y es aquí donde uno empieza a cuestionarse ¿puede un "artista" ser alabado por todo el mundo sin haber hecho nada? ¿Sin haber trabajado con sus propias manos? Vuelvo a lo de antes, fijaros si el arte es subjetivo que con que unos cuantos entendidos digan que ese tío es el amo, la gente coge y se lo cree, y será capaz de pagar cantidades desorbitadas por tener una de sus supuestas obras, el "artista" se vendrá arriba, los medios seguirán ensalzándolo y se las arreglarán para colarnos un producto sin ningún valor como un auténtico tesoro.
Esa es la situación detrás de ese mundillo, por eso el arte callejero (bien hecho) es tan auténtico, no hay ningún enteradillo por detrás diciéndote lo que es o no es bueno, tú ves la pintada, el cartel o la pegatina y tú mismo decides si te gusta o no te gusta. Es más, la mayoría de los entendidos lo calificará como vandalismo mientras no puedan sacar tajada de ello. En cambio detrás del otro grupo de caraduras solo hay jefazos que lo único que ven es como conseguir más pasta mientras que delante hay un grupo de modernillos que presumen de haber pagado una millonada por un pedazo de mierda.
Al final todo se resume en que para unos el arte es un filón importante mientras que para otros es una forma de vida.
Me imagino lo que se tuvo que reír Banksy tras meterla doblada en este documental, tanto como cuando la propia Fox le permitió soltar tal crítica hacia ella misma: "Eh, eh, que es Banksy! Dejémosle, verás lo autocríticos que quedamos delante de todo el mundo".
Esa es la situación detrás de ese mundillo, por eso el arte callejero (bien hecho) es tan auténtico, no hay ningún enteradillo por detrás diciéndote lo que es o no es bueno, tú ves la pintada, el cartel o la pegatina y tú mismo decides si te gusta o no te gusta. Es más, la mayoría de los entendidos lo calificará como vandalismo mientras no puedan sacar tajada de ello. En cambio detrás del otro grupo de caraduras solo hay jefazos que lo único que ven es como conseguir más pasta mientras que delante hay un grupo de modernillos que presumen de haber pagado una millonada por un pedazo de mierda.
Al final todo se resume en que para unos el arte es un filón importante mientras que para otros es una forma de vida.
Me imagino lo que se tuvo que reír Banksy tras meterla doblada en este documental, tanto como cuando la propia Fox le permitió soltar tal crítica hacia ella misma: "Eh, eh, que es Banksy! Dejémosle, verás lo autocríticos que quedamos delante de todo el mundo".