Ver a James Franco de nuevo haciendo de nuevo del más cool de los cool, hacía que mirara con cierto recelo la película. Pero así de cool, al poco tiempo de la película uno se da cuenta que el protagonista está completamente para la cagá. Así como uno cuando se pone a pensar en los más de 40 años que tienes y con tantos temas pendientes que no has podido o ni si quiera, te has atrevido a abordar.
Basada en la novela de Stephen, muestra como de repente una serie de acontecimientos hacen de que te des cuenta que estás, de nuevo, cagao. Con tu linda moto, espectacular chica, y el único buen amigo que te queda, pero aun así, frito como un pescado. Nunca he tomado adderall pero creo que no es necesario estar drogado para tener temas pendientes.
A mitad de la película uno quiere que el protagonista ya se dé cuenta que debe asumir su pasado pero como siempre en la vida, esto no es tan simple, se le va la chica, pierde el trabajo y se le va el amigo, vuelve su padre que lo hace enfrentarse a sus temas y lo único que le queda es la moto.
El final en la vida, no necesariamente se da como termina la película, pero espero que todos tengamos la oportunidad de al menos enfrentar esos temas que siempre están con nosotros.
De cualquier forma, es otra película con Franco haciendo de cool.