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España España · Madrid
Voto de xy1969:
3
Drama Basado en El baile de los cuarenta y uno, que fue un escándalo social en el México de principios del siglo XX, en torno a una redada policial ilegal realizada en noviembre de 1901 en una vivienda particular de la Ciudad de México. El escándalo giró en torno a que del grupo de hombres que asistieron, 19 iban vestidos con ropa femenina. A pesar de los esfuerzos del gobierno por silenciar el incidente, la prensa se mostró dispuesta a ... [+]
16 de mayo de 2021
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
No consigo entrar en esta película que me debería interesar, conmover o soliviantar.

Son innegables los valores de producción, el cuidado en la fotografía o con la escenografía. Incluso el vestuario parece apropiado para la época, así como el esfuerzo por utilizar luz natural. No le doy buena nota a la sonorización porque muchos de los parlamentos del protagonista se los dice al cuello de su camisa. La dicción me ha resultado complicada de entender y el uso de la música algo cansino.

Pero todo esto es poco más que una mejora para lo que al final me ha parecido: un culebrón venido a más. Es casi como si la libertad que da el formato cinematográfico les hubiera permitido meter todo el contenido epatante, crudo y hasta grotesco con el que hacer "una película arriesgada".

Me sobran las escenas de sexo por artificiales; me hacen sentir tan incómodo como lo están los actores. En la escena de la orgía les noto pasando frío y fingiendo una excitación que no sienten. La apertura del plano tampoco me convence. Es casi como si me estuvieran diciendo: "ves, estamos a la última y nos atrevemos a sacar tíos en bolas". ¿Han visto las escenas de sexo de Sense 8? Pues eso, que no hay color.

Me sobran, por mucho que se ajuste a la realidad histórica, el histrionismo de las locas. Tanto maquillaje y tanto bordado están muy pasados de moda. Y no estoy muy seguro de si están aquí para celebrar la independencia y libertad de los 42 o para regodearse en un comportamiento bizarro que ¿escandalice? y ¿justifique? la represión que sufrieron y han seguido padeciendo más de 100 años después y para que los espectadores actuales poco sofisticados puedan llevarse las manos a la cabeza. No noto cariño por los perseguidos. Sólo noto distancia y falta de comprensión. No he podido empatizar con ninguno de los 42 y eso es culpa del guion y de la dirección. De la escena de las escobas no hablo porque me pone de mal humor. ¡Qué gusto por la sordidez!

La historia de amor entre dos hombres, uno de ellos casado, la llevo viendo en pantalla desde principios de los 80. Y lo peor que puedo decir de esta película es que hace 40 años la contaban mejor. Por muy soberbio que sea el protagonista estaba casado con la hija de un dictador sanguinario... que aquí parece un abuelete malhumorado y de cuya época no sabemos nada ¿No podría actuar en consecuencia, como si fuese una variable a tener en cuenta?. Con lo interesante que habría sido confrontar las élites ociosas con la situación de los defensores de las libertades.

El actor principal busca desesperadamente parecer elegante y un miembro del gran mundo aunque me chirría mucho porque está impostado y falto de la natural soltura que da el dinero a los que han nacido rodeados de él. Su amante bastante mejor que él de hecho. Y guapo, muy guapo a pesar de los arreglos faciales. La protagonista enseña muchos más registros que ninguno de los dos a pesar de que el final de la película me deja odiándola como ella misma odia.

Y ya está. Una caricatura sin alma de un hecho real que afectó tanto a la sociedad mexicana (desde entonces se institucionalizó un tipo de represión a la disidencia sexual que antes era mucho menos pública) que en este último siglo se ha convertido en un tabú: "En México el número 41 no tiene ninguna validez y es ofensivo para los mexicanos [...] La influencia de esa tradición es tal que hasta en lo oficial se pasa por alto el número 41. No hay en el ejército División, Regimiento o Batallón que lleve el número 41. Llegan hasta el 40 y de ahí se salta al 42. No hay nómina que tenga renglón 41. No hay en las nomenclaturas municipales casas que ostenten el número 41. Si acaso y no hay remedio, el 40 bis. No hay cuarto de hotel o de Sanatorio que tenga el número 41. Nadie cumple 41 años, de los 40 se salta hasta los 42. No hay automóvil que lleve placa 41, ni policía o agente que acepte ese guarismo
Francisco L. Urquizo​" (fuente: Wikipedia)
xy1969
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