Takagi-san, podía decirse que es el polo opuesto a shin chan. Una comedia romántica muy Dulce, simple que perfectamente podía ser real.

Aquí se nos Presentan a dos personajes principales:

Nishikata, un chico que le gusta desafiar en mas de una ocasión a Takagi; pero que es algo vergonzoso en cuanto al amor se refiere.

Takagi, una niña dulce y simpática que se nos muestra, como alguien muy madura para su edad al hablar de temas relacionados con el amor.

A lo largo de la serie, se nos presentan varias situaciones donde Takagi aprovecha los retos de Nishikata, para usar técnicas muy inteligentes mediante dobles sentido y trampas para hacerle ver que esta enamorada de el. Pero El propio Nishikata, no es capaz de asimilar lo que ocurre alrededor, ya que esta mas centrado en ganar a Takagi que en sus propios sentimientos. Lo que le lleva siempre a caer en su juego y a frustrarse consigo mismo.

Lo bueno de esta serie, es que se presupone el final de la historia y con ello, consigue mantenernos delante de la pantalla para que veamos la evolución personal y sentimental de ambos protagonistas durante sus años de secundaria.

Un viaje muy enternecedor, que aunque no siga una estructura lineal como otras historias del mismo estilo, merece realmente la pena ver cómo germina la semilla del amor en ambos.