Como en las ilustraciones de antaño en las cajas metálicas del cola cao. Igualito que una ilustración vintage. Si buscas una foto del protagonista real ves más verosímil la imagen que ofrece el actor que encarna al personaje que la del supuesto original. Demasiado ario, demasiada pose, demasiado modélico. Los héroes de verdad son en primer lugar genuinos, no se parecen a otro anterior. Se escapan a los esteriotipos y además son ellos los que marcan el rumbo a seguir. No se quieren "parecer a" porque no lo necesitan. Así de claro. Ellos son el referente para los venideros. Y para empezar no son la imagen perfecta de nadie más que de si mismos.
No voy a decir que no me ha gustado porque la película esta muy bien. La banda sonora quizás es demasiado invasiva. Pero la verdad es que es entretenida y esta bien hecha. La fotografía, la interpretación, el guión, el desarrollo ... todo es como mínimo correcto y lo normal es que se pueda calificar de brillante.
En verdad lo que parece es que todo es fruto de la necesidad de proporcionar a la propaganda el envoltorio más exigente y casi casi casi consiguen su cometido. Pero en nuestros días la información se somete a contraste y la acción de la película transcurre en años en los que el régimen comunista aún estaba vigente. Como en todos los totalitarismos la verdad oficial estaba bajo el férreo control estatal y eso resta toda la credibilidad al argumento.
Como me ha gustado lo poco que he indagado ya me ha dejado entrever que todo es un montaje propagandístico y por no romper la magia ahí me he parado y lo he dejado estar. Esta chula, eso sí.