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España España · Barcelona
Voto de did79:
4
Thriller Paris, verano de 1979. Anne, una productora de películas porno gay baratas, es una mujer violenta, víctima del alcohol y de sus propios demonios. Cuando Loïs, su editora y pareja, la abandona tras años de relación, Anne queda destrozada. Desesperada y decidida a reconquistarla, hace una película mucho más ambiciosa. Pero un asesino misterioso enmascarado merodea en su entorno y esto alterará su vida.
17 de marzo de 2020
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El giallo fue aquel lejano género nacido en Italia que encandiló al mundo con su desvergonzada y sofisticada mezcla de crimen, sexo y misterio. El fundacional Mario Bava, así como sus discípulos, entre ellos Dario Argento o Umberto Lenzi, sentaron las bases de un subgénero que se prolongó, con su correspondiente decadencia, hasta principios del milenio.

Muchos son los nostálgicos que vieron en esas cintas un tipo de cine, fruto de una época, que nunca más podrá repetirse. Sus acercamientos, los más directos, funcionan como homenajes trasnochados que, en muchas ocasiones, solo quedan en meras anécdotas cinematográficas sin más peso que el verter todo esfuerzo en copiar aquello más destacable (y vacuo) del referente.

Un nuevo movimiento, el denominado neogiallo, optó por adaptar esas ideas a la modernidad, llevando su concepto a los patrones actuales sin necesidad de copia, aún tomando su esencia y lugares comunes, consiguiendo muchas veces cintas más cercanas al cine experimental o "arty" que al narrativo, como es el caso de la estupenda "Amer" del tándem Cattet y Forzani.

El director, gran admirador de dicho movimiento, nos ofrece un film irregular pero con los suficientes elementos para al menos, recomendar su visionado. Con gran acierto, traslada a pantalla toda esa gama de colores que conformaban la cromática propia del género, con sus colores saturados y la omnipresente presencia del rojo como elemento perturbador, referencia clara a Bava y Argento. La estética kitsch de aquellas es recuperada para mostrar el Paris de finales de los setenta, en plena revolución sexual, consiguiendo, por momentos, un toque "almodovariano" que ayuda a completar todo ese collage.

Otra de las curiosidades del film es enmarcar la acción dentro de la industria del porno gay, alejándose así del giallo, donde la homosexualidad era tabú o bien desencadenante de traumas y crímenes. Gonzalez toma todo lo prestado (crimen, trauma e investigación, básicos en el cine amarillento) para presentarlo de nuevo, retorciendo esas reglas aunque siendo fiel a ellas.

El principal problema del film radica en su indecisión narrativa, sin una clara pauta marcada, éste se pierde por senderos que no interesan, desperdiciando las posibilidades de esos magníficos y brutales 20 minutos, para desinflarse una vez transcurridos estos, más preocupado por sus innecesarios personajes que por construir una trama que enganche al espectador. Para cuando el film toma brío, el hastío ya se ha adueñado del conjunto y la lógica (si es que hay que pedirla a este tipo de género) brilla por su ausencia.

Al final, nos queda la triste y lejana sensación del film que podría haber llegado a ser, si hubiera transitado por el sendero correcto y no perderse por el bosque rosa.

Lo mejor; Los estupendos primeros compases de la cinta, consiguiendo una perfecta mixtura de forma y contenido.

Lo peor; Tras esa primera parte, todo resulta incoherente y tedioso.
did79
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